Fue la manifestación más importante de los últimos 25 años en Roma.
"Si están inquietos, están vivos", fue el mensaje de León XIV a los jóvenes.
11:02 | Domingo 03 de Agosto de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Un millón de jóvenes, según el Vaticano y los servicios de seguridad, protagonizaron este domingo la misa con la que el papa León XIV cerró el Jubileo de los Jóvenes, en la más importante manifestación de los últimos 25 años en Roma, que pasó el testimonio a Corea del Sur, para dentro de dos años.
El Papa llegó temprano y corrigió un error del piloto del helicóptero que lo trasladó desde el Vaticano y que se olvidó que debía dar una vuelta volando sobre la multitud. El helicóptero papal volvió a levantar vuelo y pasó encima de la multitud que lo aclamaba.
El pontífice subió a un papamóvil y durante 40 minutos recorrió los caminos abiertos para que León XIV saludara a los jóvenes que lo acogían con gran entusiasmo.
Tras subir al escenario de 1.400 metros cuadrados, el pontífice saludó por los micrófonos a la multitud. Los que estaban más lejos lo veían en las pantallas gigantes colocadas para ellos. El Papa los saludó y luego volvió a recordar, como hizo anoche, a las dos chicas, una española y la otra egipcia, que murieron ayer por problemas cardíacos. También pidió oraciones por un chico que está internado en un hospital romano.
El papa León XIV habla ante la multitud. (Reuter)El papa León XIV habla ante la multitud. (Reuter)
El prefecto de Roma confirmó a los periodistas que la multitud había crecido durante la noche en otros doscientos mil jóvenes llegados a último momento a Roma. “Son un millón”, aseguró
El Papa saludó a la multitud de jóvenes católico diciendoles: “Buen camino. Lleven el entusiasmo al mundo . Continúen a marchar con alegría en las hormas del Salvador y contagien a los que encuentren trasladándole vuestro entusiasmo”.
En su discurso, el Papa les dijo que “la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos y lo que poseemos. Está vinculada a lo que con alegría sabemos recibir y compartir. Comprar, juntar, consumir, no basta. Tenemos necesidad de mirar en alta a las cosas del cielo para darnos cuenta que lo que nos sirve es unirnos a Dios y a que los hermanos en la caridad, haciendo crecer nuestros sentimientos de ternura, de bondad, de humildar, de perdón y de paz”.
“Si están inquietos, están vivos”, enfatizó el Papa. Siete mil sacerdotes concelebraban la misa, junto con 450 obispos y 20 cardenales.
Agregó el pontífice: “Aspiren a cosas grandes y a la santidad donde estén”.
León XIV destacó las palabras de su predecesor, el papa argentino Jorge Bergoglio. “Cada uno es llamado a confrontarse con grandes demandas que no suministran una respuesta simplista o inmediata, sino que invitan a cumplir un viaje a superarse a sí mismos e ir más allá”.
El pontífice bendice a un bebé en su encuentro en Roma. (Reuter)El pontífice bendice a un bebé en su encuentro en Roma. (Reuter)
“No engañemos nuestro corazón con subrrogados ineficaces. Vamos en puntas de pie como niños a la ventana del encuentro con Dios. Nos encontraremos frente a quien nos espera, que golpea gentilmente al vidrio de nuestra alma. Y es bello permitirle encontrar para después aventuranos con él a los espacios eternos del infinito”, destacó el Papa.
Añadió que “el encuentro con Cristo cambia nuestra existencia, Ilumina nuestros afectos y pensamientos. La fragilidad no debe causarnos miedo como si fuera un argumento tabú que hay que evitar”.
El Papa finalmente saludo con efusión a todos y los jóvenes que comenzaron a emprender el acceso a subterráneos, trenes y una flota especial de ómnibus que se prolongará durante horas. Roberto, un argentino que con otros compatriotas llevaba banderitas con los colores nacionales, dijo: “Fisicamente estamos cansados, pero espiritualmente nos sentimos llenos”.
Carlos Hernández, llegado a Roma desde Honduras, dijo que quería "aprovechar al máximo el último momento con el Papa: quiséramos que durara más”.
Una temperatura benigna de 20 grados que duró toda la noche favoreció la Vigilia de los jóvenes en un agosto italiano que en los próximos días tendrá nuevamente temperaturas altas.