En diálogo con la multiplataforma, el doctor en Psicología Cristian Javier Garay advirtió que seis de cada diez personas en Argentina duermen mal y alertó por el aumento del consumo de sedantes para conciliar el sueño.
11:26 | Miércoles 12 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En la entrevista, Garay explicó que el problema del descanso ya se ve en todos lados: en los estudios académicos, en las estadísticas de venta de hipnóticos y ansiolíticos y en los consultorios. Según detalló, cada vez más personas se automedican para manejar el estrés, los nervios y el insomnio, sin el seguimiento adecuado de profesionales de la salud, lo que agrava el cuadro general de malestar.
El especialista remarcó que el sueño es uno de los pilares centrales de la salud, al mismo nivel que la alimentación y la actividad física. Durante el descanso se consolidan la memoria, se ordena la información del día y se regulan las emociones. Cuando se duerme poco o mal, se resiente la concentración, baja el rendimiento laboral, aparecen olvidos frecuentes y crece la sensación de cansancio permanente, afectando la vida social, laboral y emocional de las personas.
Garay señaló además que uno de los factores que más complica el descanso es el uso intensivo de pantallas, en especial del teléfono celular. Irse a dormir mirando el dispositivo y despertarse revisándolo se volvió un hábito cotidiano. La exposición a la luz azul confunde al cerebro, “como si todavía fuera de día”, frena la producción de melatonina y dificulta el inicio y la continuidad del sueño. A eso se suma el contenido altamente estimulante de redes sociales, noticias y videos, diseñado para mantener a las personas conectadas el mayor tiempo posible.
Sobre los hábitos recomendados, el entrevistado insistió en la importancia de generar una transición gradual entre la actividad del día y el momento de ir a la cama. Sugirió bajar el nivel de actividad un par de horas antes de acostarse, evitar comidas muy pesadas cerca del horario de descanso y no dejar la actividad física intensa para último momento de la noche. También recomendó reducir el uso de pantallas en la previa al sueño y reemplazarlas por actividades más tranquilas, como leer o escuchar música relajante.
Finalmente, Garay advirtió sobre el crecimiento del consumo de sedantes e hipnóticos y fue tajante con la automedicación. Aclaró que los psicofármacos pueden ser útiles solo en casos puntuales y bajo indicación y control estricto de un profesional. En cambio, cuando se consumen por cuenta propia y durante largos períodos, especialmente las benzodiacepinas más conocidas, pueden generar dependencia y problemas serios en el sistema nervioso. Por eso, recalcó que primero hay que corregir hábitos de sueño, luego recurrir a tratamientos psicológicos específicos y dejar los fármacos como última opción y siempre supervisados por especialistas.