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Desde el 30 de octubre de 1960, el Diez hizo comentarios y declaraciones que dejaron huella en la historia popular argentina.
Miércoles 30 de Octubre de 2019
21:01 | Miércoles 30 de Octubre de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Por televisión, por radio o en la prensa escrita. Cada vez que Diego Maradona enfrenta un micrófono quedan frases para la historia, para el recuerdo y para el hablar cotidiano de los argentinos.
Por eso, en su cumpleaños número 59, Clarín recopila las 59 frases históricas de Maradona. Hay, por supuesto, para todos los gustos: fútbol, humor, filosofía de la calle, broncas, anécdotas, anhelos y reflexiones.
Fue su primera gran frase, cuando Maradona era apenas un niño con una pelota y lleno de ilusiones, una con la Selección y la otra con las Inferiores de Argentinos Juniors.
Una de sus más célebres frases se volvió parte de la lengua de los argentinos. Surgió por un episodio que vivió el embajador estadounidense James Cheek, cuando mandó a buscar a una tortuga en un campo de 3.000 hectáreas. Pero Maradona la usó varias veces: en una ocasión tuvo como destinatario a Julio Grondona, ex presidente de la AFA e histórico rival del Diez.
Maradona junto a Julio Grondona. (Foto: Reuter)
En medio de una discusión entre Oscar Ruggeri, Héctor Veira y José Sanfilippo, el Diez hizo una de sus reflexiones sobre la vida.
Maradona, su amor por Boca y la sensación de vencer al rival de toda la vida.
Maradona enfrentando a River.
La utilizó en 2005 para referirse a alguien de su entorno.
Una de sus picardías más recordadas. Maradona era todavía jugador de Boca y así retrató a Mauricio Macri, por entonces presidente del xeneize, a quien le reclamaba refuerzos para el equipo.
En medio de su recuperación en Cuba, Maradona así graficaba su soledad.
Maradona en Cuba, durante su rehabilitación. (Foto: AFP)
Apenas asumió como DT de la Selección, en 2008, Maradona usó esta metáfora tan propia para describir el estado del equipo argentino.
Una reflexión cruda y llana de Maradona, siempre criticado por lo que hace o deja de hacer fuera de las canchas.
Uno de los momentos más dolorosos en la historia del fútbol argentino se resumen en esta frase. La dijo en el Mundial de Estados Unidos 1994, cuando dio positivo en el control antidoping.
El Maradona padre también tiene una lengua implacable.
La relación con Guillermo Coppola, su representante, tuvo muchas idas y vueltas, pero Maradona lo describió mejor que nadie en 2000.
Maradona y Coppola, una relación con idas y vueltas.
Tras dejar de ser el entrenador de la Selección Argentina, en 2010, Maradona disparó con todo ante los dirigentes de la AFA en una recordada conferencia de prensa en Ezeiza.
Diego y su pasión eterna: el Mundial.
En 2012, Maradona acusó a Riquelme de traición tras la decisión de Román de alejarse de Boca luego de perder la final de la Copa Libertadores.
Maradona y Riquelme, en otros tiempos.
Fue durante su partido despedida en 2001, ante una Bombonera repleta, sintetizaba en 5 palabras la gran paradoja de su fenómeno.
En 1996 un periodista le consultó si llegaba en condiciones al partido de ese domingo o si iba a estar en el banco de suplentes. Y Maradona respondió fiel a su estilo: con una figura retórica sofisticada y callejera.
Toda la bronca de Maradona hacia el árbitro Javier Castrilli quedó reflejada en esta frase, en medio de un Boca-Vélez repleto de polémicas.
El Diez siempre se mostró muy crítico con el DT de la Selección, Jorge Sampaoli, y lo graficó con estas palabras en 2017.
Durante quizás una de sus entrevistas más impactantes, en el programa El Rayo en 1997, Maradona fue voraz contra Pelé. Tiempo después, tuvo acercamientos más respetuosos con el brasileño.
Argentina logró una angustiosa clasificación a Sudáfrica 2010, y Maradona se sinceró.
Maradona y una crítica a Sergio Batista, su sucesor como DT en la Selección Argentina tras el Mundial de Sudáfrica 2010.
Tras un Boca-Colón con polémicas, Maradona largó la dirección de su casa para expresar la bronca con el futbolista sabalero, con quien había tenido un encontronazo durante el partido.
El momento de la discusión de Maradona y Toresani, en 1995.
Al hablar sobre la droga, Diego también ha usado expresiones que mezclan lo popular con la descripción cruda.
Cuando todavía jugaba en Argentinos, Maradona hizo esa promesa en la previa de un partido ante Boca. Y cumplió.
Un Maradona sincero en su presentación como entrenador de Dorados de México, en 2018.
Diego Maradona, feliz en Culiacán. (Foto: Juan Manuel Foglia).
Maradona y su recuerdo sobre el Repechaje para clasificar al Mundial de 1994.
Los jueces tampoco se salvaron de las ocurrencias de Maradona. En 2000, el Diez arremetió contra Hernán Bernasconi, el magistrado que había apresado a Guillermo Coppola en el caso del jarrón.
En la previa al Mundial de Sudáfrica 2010, Maradona le dirigió estas palabras al periodista Juan Carlos Pasman, como revancha por las críticas que había recibido durante las Eliminatorias. La frase se transformó en un hashtag muy común en las redes sociales (#LTA) y Toti Pasman la convirtió en un libro.
El Diez y otro palo para Pelé, que antes de esta declaración lo había criticado y se había comparado con el compositor alemán.
Maradona y Pelé, en Francia, en la previa de la Euro 2016. (Foto: AFP)
Otra de las frases de Maradona contra el presidente de la AFA después de la eliminación del Mundial de Sudáfrica 2010.
El Diez y su particular manera de describir los festejos del portugués Ronaldo.
Maradona también supo apropiarse de frases de la cultura popular para describir el fútbol.
En 1996 el Diez le apuntó al por entonces presidente de Estados Unidos.
Maradona se sinceró sobre aquel histórico tanto que le marcó a Inglaterra en el Mundial de México 1986.
La "Mano de Dios" de Maradona ante Inglaterra. (Foto: DPA)
En 2004, Maradona criticó a la Iglesia.
La victoria le era esquiva en sus primeros partidos como DT de Gimnasia de La Plata. No tanto así los aplausos en cada cancha que visitaba, y por eso la reflexión.
Lo dijo tras la eliminación de Argentina ante Holanda en el Mundial de Francia 1998.
Lo aseguró en una conferencia de prensa horas antes de perder ante los europeos por 4-0 en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica.
La dijo en 1996, cuando era una de las figuras que eran parte de la campaña “Sol sin drogas”.
Maradona también arremetió con Oscar Ruggeri, otro de sus compañeros en México 86.
Mancuso, Maradona y Ruggeri, en Sudáfrica.
Maradona y su referencia al periodista Bernardo Neustadt.
Otro a los que Maradona le dedicó una frase es a Juan Simón, ex futbolista de Boca con quien tuvo una discusión.
En octubre de 2018, meses después del Mundial de Rusia, Maradona habló con dureza de Lionel Messi.
Maradona consuela a Messi en 2010. (Foto: Juano Tesone)
Maradona y las drogas, su relación más complicada.
En 2003, Maradona aprovechó una visita a China para comparar a ambos mandatarios y darle su apoyo a Castro.
Maradona junto a Fidel Castro. (Foto: EFE)
La dijo en 2013, en medio de un escándalo que involucraba a Rocío Oliva y Verónica Ojeda.
El Diez y una reflexión sobre lo que Argentina estaba atravesando en 2001, cuando Fernando de la Rúa aún era el presidente del país.
Lo dijo en 2003, cuando estaba rehabilitándose en el país centroamericano.
El Diez, un experto en tratar con humor temas complicados.
Maradona y una polémica confesión sobre un viaje que realizó junto a Verónica Ojeda cuando todavía eran pareja.
La pronunció en 1999, cuando todavía no había reconocido como hijos a Diego Junior ni a Jana.
Maradona y sus hijas, Dalma y Gianinna (Foto: AFP)
Maradona comparó el Superclásico con la actriz de Hollywood.
Fue en la previa del Mundial de Sudáfrica, cuando Maradona no le perdonaba a Valdano que hubiera mostrado dudas sobre su designación como DT de la Selección.
Otra frase para el recuerdo del Diego durante su rehabilitación en Cuba, en 2004.
Otro de los apuntados por Maradona a lo largo de su vida fue Passarella, a quien criticó cuando éste era DT de la Selección y ordenaba a los jugadores cortarse el pelo.
El relato nostálgico de un Maradona que nunca olvidó sus raíces.
Esta frase, Maradona la dijo en 1992 y todavía hoy lo pinta de pies a cabeza.
Su, por ahora, última frase histórica, ya como entrenador de Gimnasia de La Plata. La dijo tras un polémico arbitraje de Hernán Mastrángelo en uno de sus primeros partidos, ante Talleres de Córdoba.
Fuente Clarín
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