Ratificados, “renunciados”, en offside y de salida: cómo está hoy el gabinete de Alberto Fernández
Posibles cambios agitaron la semana. Cómo está posicionado cada uno. Qué piensan el Presidente y su vice
Domingo 27 de Septiembre de 2020
13:35 | Domingo 27 de Septiembre de 2020 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Como ya sucedió varias veces desde que llegó la pandemia, la semana que hoy termina estuvo cruzada por rumores de cambios de Gabinete. En el Gobierno no hay quien los confirme, pero la mayoría de los funcionarios están bajo la lupa de Alberto Fernández y su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Son muy pocos los que se salvan de las críticas internas, quizás porque el Frente de Todos es una coalición donde los diagnósticos sobre las razones por las que Argentina no logra ponerse de pie son bien diversos y en algunos casos contrapuestos.
Solo coinciden en que Mauricio Macri es el responsable de todos los males, lo que los lleva a demonizarlo más de lo aconsejable en un tiempo donde la población está más preocupada por el presente que por el pasado, aunque sea reciente. La sociedad busca respuestas ya, la imagen positiva del Presidente se derrumba y se acerca peligrosamente a de Cristina, el pesimismo domina las conversaciones y un dato aparece en forma inquietante. El 17% de los que votaron al FdT está disconforme con el curso del Gobierno y el 90% de esos “desencantados” tiene mala opinión de Fernández, según el estudio realizado hace pocos días por la consultora Synopsis.
“Es verdad que cayó la imagen de Alberto, pero más de un presidente de la región y del mundo quisiera tener los guarismos positivos que sigue teniendo”, repitieron cerca del Presidente, como un mantra. En efecto, el piso es alto, incluso muy alto dadas las dramáticas circunstancias: hay un núcleo duro que sigue y muy probablemente seguirá acompañando al Gobierno a pesar de los magros resultados de gestión.
Esta es la razón de fondo por la que en el oficialismo no existe verdadera preocupación por la falta de resultados económicos. “Hay margen, lo único que tenemos que asegurar es la gobernabilidad y no vemos problemas de ese tipo. De aquí a marzo del año próximo, el objetivo es encarar lo que ya no podremos hacer en tiempos electorales y no enredarnos en el día a día, porque ahí sí que perdemos", fue la explicación que buscó sonar tranquilizadora en un hombre del Instituto Patria.
Casi en tono zen, como en tiempos de Cambiemos, el empresario devenido en transmisor de la filosofía kirchnerista básica dijo en un grupo de WhatsApp que “contrariamente a lo que se cree, el nuestro no es un Gobierno de recetas ideológicas, sino pragmático. Hay cosas que no podemos hacer porque lo único que nos está vedado es defraudar a nuestros votantes, pero todos saben que se necesita estabilizar, producir y exportar”. ¿Cómo lo harán?, preguntó un ansioso. “Algunas pistas ya les fui dando”, es lo que contestó.
Fue en ese momento que buscaron recordar lo que les había transmitido tiempo atrás. Lo que, en definitiva, es lo que terminó disparando la cadena de pánico de los últimos días. Porque entre los anticipos que había dejado trascender (es cierto que antes de la llegada del COVID-19) es que el proyecto del Patria era sacarle dos ceros a la moneda, “que un café salga un peso”, y arrancar el 2021 con una equivalencia de 100 a 1. Como transición, llegar a fin de año con un dólar oficial a 95 pesos junto a la impresión de billetes de 5000 pesos.
¿Algo así puede suceder? ¿Es Martín Guzmán el ministro de Economía para ejecutar semejante “programa”? ¿Viene un cambio en el Gabinete nacional? En ese caso, ¿será inminente? Hasta ahora solo hay rumores. Pero también algunas constataciones.