En diálogo con Fénix, Miguel Ponce analizó que tras la victoria del Gobierno Estados Unidos buscará ganar terreno en litio, uranio y tierras raras en Argentina y reducir el peso de empresas chinas.
12:44 | Miércoles 29 de Octubre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Ponce vinculó el nuevo escenario con una mayor presión para reordenar la relación con las mineras que operan en el norte del país. Sostuvo que Washington pretende desplazar gradualmente a compañías chinas del litio y fortalecer a firmas de capital estadounidense. Dijo que el tema se instaló como parte de las contrapartidas de un salvataje financiero y que la señal política ya se hizo sentir.
El especialista explicó que la disputa tecnológica por la inteligencia artificial y los chips volvió estratégicas a las tierras raras. Señaló que China concentra la mayor parte de esos minerales a nivel global y que hoy se lleva la mayor parte del litio procesado en Argentina, mientras que la participación de Estados Unidos es baja. Según su mirada, el triunfo del Gobierno abre la puerta para modificar esa relación de fuerzas.
Ponce remarcó que para reactivar el uranio harán falta cambios normativos en provincias como Mendoza, Río Negro, Neuquén y Chubut. Anticipó que el flamante embajador estadounidense buscará acuerdos con gobernadores para facilitar ese giro y que, en paralelo, se impulsará una mayoría legislativa que habilite reformas de carácter económico y laboral.
En el plano geopolítico, planteó la necesidad de desideologizar los vínculos exteriores para priorizar resultados comerciales. Afirmó que China aparece como potencia emergente y que el dólar muestra signos de pérdida de hegemonía frente a la acumulación de oro por parte de varios países. Propuso, en sus palabras, desideologizar nuestros vínculos diplomáticos para no perjudicar los intereses nacionales.
El conductor marcó una visión distinta y recordó que las principales compañías tecnológicas y las redes sociales más influyentes siguen instaladas en Estados Unidos. También subrayó que el dólar continúa siendo la moneda central del sistema, por lo que el debate seguirá abierto.