La errática FIFA vendrá a inspeccionar a la efervescente AFA

Se espera para los próximos días la llegada a Buenos Aires de una delegación oficial de la FIFA. Si bien aún no han sido oficializados los nombres de los funcionarios que viajarían, se espera que el Licenciado Jair Emanuel Bertoni, tras su Luna de Miel y de regreso a sus funciones como Director of Member Associations, Americas, sea quien presida la comitiva.

De concretarse tal visita oficial y tal como suele ocurrir en casi todos los casos, Gianni Infantino le pedirá al titular de la confederación regional – en este caso Alejandro Domínguez de la Conmebol– que designe a los dirigentes acompañantes. Y reaparecerían los nombres protagónicos del mayor esquicio que hubo de haber padecido la AFA hace apenas 13 meses.

No sería extraño, entonces, volver a ver los rostros de Monserrat Jiménez –Directora Jurudica de la Conmebol- o Carolina Cristinziano. Y por qué no otra vez la del moderado abogado español Jorge Mowinckel, quien cuanto menos tuvo en todos los casos el decoro de no gritar, imponer, ni amenazar en aquellos irreconciliables debates que le costaron a Primo Corvaro muchos disgustos y un sumario.

Podría interpretarse que la FIFA vendrá a "verificar si todo lo implementado, pactado y puesto en marcha a través del nuevo Estatuto y los Reglamento de la AFA funcionan según lo convenido". No sería tan así pues lo que se pretendería ahora es modificar algunos aspectos que hace unos meses fueron acordados.

La FIFA se interesará por saber sobre cuestiones pendientes de la aprobación de la Inspección General de Justicia. Luce como una moderada y razonable preocupación. También sobre designaciones internacionales en Conmebol nunca homologadas. Pero a su vez a la FIFA le interesan modificaciones tan peligrosas como que el Tribunal de Disciplina de la AFA aplique la facultad de anular resultados de partidos o hacerlos jugar nuevamente ante situaciones coyunturales de confrontación jurídica o interpretativa, pues ahora es así en la propia FIFA.

Es tan grave esta circunstancia que bajo tal criterio nunca se podrá afirmar que un partido hubiere finalizado con el resultado fehacientemente consumado en el campo de juego. Es en éste punto que la FIFA sepulta diariamente el sentido doctrinario con que ella y sus afiliadas han priorizado el sentido deportivo. Y en tal aspecto la AFA en distintas épocas a través de brillantes abogados como Agricol de Bianchetti o Mario Schmoismanhabían generado legislación referencial, tanto en la FIFA cuanto en sus afiliadas de todo el Mundo, respecto del valor de la legitimidad del resultado bajo la autoridad de jueces, asistentes, veedores y oficiales. Los tribunales de Disciplina y Apelaciones fueron siempre una instancia superior ante cualquier dilema o conflicto planteados consecuentemente.

Más grave aún. Gianni Infantino está llevando a cabo una ofensiva contracultural en la FIFA convirtiendo en rentados a funcionarios con sueldos, honorarios, viáticos, facilidades para dirigentes viajeros que puedan llevar acompañantes, bonus por resultados económicos al cabo de cada ejercicio a dirigentes que integran cuerpos supuestamente independientes.

Se trata de un nuevo item que se llama Reglamento de Beneficios de la FIFA. O sea que cualquier miembro de los Tribunales de Disciplina, Apelaciones o Ética que antes eran designados por Concurso y Ad Honorem hoy cobran sueldos libres de impuestos. Y estos salarios son "a determinar". ¿ Y quien finalmente los determina? El presidente. Les paga la institución que habrá de reclamarles luego "independencia bajo criterios justos y deportivos". Por un lado el sueldo y por el otro 250 dólares por día de viáticos para el dirigente y su acompañante, considerando como tal desde el momento en que sale de su casa hasta el día en que regresa aun cuando viajare en vuelos privados.

Pero lo más grave es que les modifica el Reglamento para que un partido se pudiere volver a jugar ¿En que casos? ¿cuando gane el que no conviene? ¿cuando pierda algún poderoso en una Eliminatoria o directamente en un Mundial?

Infantino parece olvidar que fueron aquellos dirigentes de carrera los que salvaguardaron a la FIFA después del desastre de corrupción del 2014. Y a su vez fueron también los primeros en ser investigados por el FBI desde mucho antes del estallido del FIFA-Gatehasta mucho después de los procedimientos que aún hoy esperan condenas firmes bajo diferentes módulos. Todos esos dirigentes salvaguardaron su honor y la limpieza de procedimiento de los cinco órganos primordiales de la FIFA: Disciplina, Apelaciones, Auditoria, Conformidad (o Tribunal de Cuentas) y Ética, a prueba de las mas exigentes y profundas investigaciones.

Infantino descabezó a esa clase de dirigentes de carrera probos y de conductas intachables en la línea de tiempo. Antes bien se valió de la reputación incuestionable de ellos. Baste recordar que en plena crisis, confusión, demandas, encarcelamientos y órdenes de captura, la FIFA pudo reconstruirse gracias a quienes con su experiencia le fueron devolviendo orden institucional.

Y en tal sentido no hubiera habido elecciones sin una Junta Electoral que garantizara el procedimiento por el cual Gianni Infantino habría de emerger en ballotage como nuevo presidente. Hombres como Domenico Scala (Italia), Kia Lim (Singapur) y Fernando Mitjans (Argentina), entre otros, fueron quienes le dieron consistencia a un proceso extremadamente convulsionado. De ellos y de muchos otros con mandato hasta el 2022 se olvidó Infantino.

El presidente de la FIFA siguió apoyándose en la popularidad de algunos ex jugadores como Diego Armando Maradona –cuyo significado usufructúo sin cumplirle en nada-, Zinedine Zidane -antes de ser el exitoso técnico del Madrid-, Luis Figo, Roberto Carlos, Fernando Hierro o Samuel Eto'o, entre otros, para construir un poder sustentado en el respaldo político de los presidentes de las seis confederaciones: Europa, Asia, África, Oceanía, Concacaf y Conmebol.

La AFA y el Fútbol Argentino padecen a Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol. Hasta aquí su gestión no le ha permitido mostrar un sólo gesto de ecuanimidad hacia la AFA y sus dirigentes. Los nueve meses de la Comisión Interventora fueron una pesadilla. La Conmebol permitió una exagerada injerencia gubernamental y no auditó ninguna de las acciones abusivas de discriminación y poder ejercidas por los funcionarios designados por Domínguez en claro nivel de convivencia con los interventores.

Ante el silencio de la FIFA, Alejandro Domínguez, quien se ungió en el poder de la Conmebol proviniendo como "mano derecha" de José Ángel Napout –corrupto confeso, arrepentido, y arrestado-, habilitó una protesta de Chile contra Bolivia 45 días después de haberse disputado el partido por Eliminatorias cuando el plazo reglamentario es de 72 horas.

Peor aún: se procedió, en principio, a darle los puntos a Chile (que próximamente le serán restados), competidor directo de Argentina en la disputa por los cuatro lugares directos de clasificación para Rusia 2018. ¿Fue Chile quien lo advirtió? ¿O el dato se filtró desde la propia antiargentina Conmebol? ¿Quién conminó al arbitro brasileño Sandro Ricci a modificar el "Informe Messi" tras el partido frente a Chile? Fue el uruguayo Jorge Larrionda a instancias del brasileño Wilson Luiz Seneme, presidente de la Comisión Arbitral de la Conmebol.

La FIFA le dio cuatro fechas, pero los abogados de la AFA, encabezados por Andrés Paton Urich muy bien respaldado por el presidente Claudio Tapia, lograron la reducción de la pena . También en este caso la Conmebol se había vuelto a ensañar con la Argentina al insistirle conminatoriamente al referí Sandro Ricci por intermedio de Jorge Larrionda –vice de la Comisión Arbitral- para que "liquidara" a Lio en el informe remitido a Zurich.

La pormenorización de cada hecho con que la Conmebol intenta degradar a la AFA es tan visible como indignante. Pero los últimos acontecimientos no debieron pasar desapercibidos a los ojos de un presidente de la FIFA que intente respetabilidad bajo el imperio de un mínimo decoro.

La AFA no existe para la Conmebol. Algunos cargos son de periférico cotillón. En cambio el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol , Marco Polo del Nero, maneja a los árbitros internacionales de la región aún cuando no pueda abandonar su país pues pesa sobre él orden de captura internacional por corrupción, sobornos y lavado de activos librada por el FBI. Adviértase que esa misma Conmebol que convive con semejante personaje impugna la idoneidad del Vicepresidente de la AFA, doctor Daniel Angelici, aún para cargos para los cuales nunca fue postulado, al tiempo que sabe y permite que los derechos de televisación de ocho selecciones nacionales de la región –todas menos Argentina y Brasil- se sigan negociando con empresarios procesados bajo un flexible arresto domiciliario y dilatado pedido de Extradición desde los Estados Unidos.

Domínguez, quien ahora puede disponer de hasta 500.000 dólares sin pedir autorización al Comité Ejecutivo para gastos eventuales, cambiar el nombre de cualquier torneo y vivir con su familia en la sede de la Conmebol mientras le refaccionan su residencia se declara "incompetente" para reconsiderar lo de Angelici pues dice "que se trata del dictamen de un órgano independiente como el Tribunal de Ética, quien ha evaluado el pedido y que éste llegó fuera de los términos oportunos".

¿Y el pedido de Chile por los puntos contra Bolivia llegó en términos oportunos? La verdad es que, de continuar así, Alejandro Domínguez lenta pero inexorablemente llevará a la Conmebol a un desastre institucional y que la forma de ejercer el poder en tan arbitraria gestión arrastrará inexorablemente a Gianni Infantino a un triste final de "aceptación" de hechos inaceptables. Caben pocas dudas que si Daniel Angelici recurre al TAS –que ya tiene unas 70 denuncias contra la FIFA– quedará habilitado para ejercer su idoneidad en el cargo para que el que fuere postulado por la AFA en cualquier tiempo futuro.

Lo que la comitiva oficial de la FIFA auditará en Buenos Aires es que algunos programas como el "Comet" (Registro Único de Jugadores a través de un software universal) o el Sistema de Licencia de Clubes, que generará un marco regulatorio de optimización para los clubes que participen en los torneos Libertadores o Sudamericana a partir del año que viene, están en marcha.

La AFA ha puesto a liderar estos programas a funcionarios de primera categoría y en ambas situaciones la FIFA se llevará una grata impresión.

En otros aspectos, en cambio, habrá que acelerar. Pero en todos los casos la FIFA hallará a una AFA efervescente con algunos frentes internos abiertos que está cambiando su doctrina en plena "ley de movimiento" . Con todo cuanto ello implica. Y con todo cuanto ello implicará…