La herencia de Carlos Menem La batalla de Zulemita y sus otros descendientes por un patrimonio escaso

 

Herederos. Carlos Nahir y Zulemita son dos de los hijos del expresidente; Carlitos Junior, hijo de Zulema Yoma, murió en 1995

La sucesión, lejos de unir, terminó por quebrar los vínculos entre los herederos. Hoy no se hablan. El conflicto incluso escaló a la Justicia: Zulemita presentó una denuncia contra Carlos Nair por “hostigamiento” y “amenazas” en el marco de violencia de género, a raíz de declaraciones públicas en las que él la acusaba de manejos turbios en torno a la herencia. “Se dictó una medida cautelar para que no pudiera nombrarla en medios. Como parte de una probation, Carlitos cumplió 15 días de arresto domiciliario y ahora tiene un año donde no puede hablar públicamente sobre ella. Él se enojó cuando se dio cuenta de que en la sucesión no había nada. La ley es clara: todos tienen los mismos derechos, trabajen o no, tengan buena o mala relación”, explica Matías Faya, abogado de Carlos Nair. Por su parte, Antonella dice que su tía Zulemita la odia. Incluso, contó a LA NACION, que durante una discusión llegaron a las manos: “Me agarró de los pelos, me dijo que me iba a matar a trompadas”, relató. Alguna vez estuvo cerca de Carlitos Nair, pero en el último tiempo dejaron de verse. “No me hablo con nadie de la familia”, insiste. Máximo, el más joven de los herederos, hace días contó que sus hermanos le hicieron la vida imposible. Y, al mismo tiempo, declaró que no le interesa el conflicto familiar: “Siempre ha sido así desde que murió mi papá, y no me gusta, porque termina manchando su nombre. A mí no me interesa. Tengo un legado que le dejó a mi mamá, que ya me lo dio, y con eso basta y sobra”. Según detalló, se trata de tres relojes. En este contexto, quienes conocen de cerca la intimidad de la familia Menem comparten una historia que, de haberse concretado, podría haber cambiado por completo el panorama de la hereditario. Hablan sobre el acercamiento entre Carlos Saúl y Zulema, su primera esposa, de quien se separó en 1991 en medio de un escándalo. En los último años, volvieron a hablarse, a verse, se fotografiaron juntos. Hay quienes aseguran que quisieron volver a casarse, pero no llegaron a concretarlo porque, según la anécdota, el expresidente no encontró su Documento Nacional de Identidad.

La descendencia de Menem

La sucesión del expresidente la iniciaron los abogados de Zulemita pocos días después de su muerte. Pero según Faya y Walter Cormace, el abogado de Antonella, el caso cayó rápidamente en una inercia preocupante. “Parecía un trámite simbólico: ‘Presenté todo, no me molesten más’”, señaló Faya. Lo que más les llamó la atención fue el inventario inicial de los bienes. “Literalmente se declaró una cuenta con 250 pesos”, explicó Cormace a LA NACION. En contraste, Pedro Baldi, abogado de Zulemita e histórico letrado del expresidente, en diálogo con LA NACION fue categórico: “Declaramos todos los bienes, nos pusimos a disposición del juzgado desde el primer día y entregamos todo lo que nos solicitaron”. ¿Cuáles son los bienes integran el patrimonio? Según Declaración Jurada Patrimonial Integral 2019 de Carlos Saúl Menem, el acervo hereditario del exmandatario, en un principio, estaría compuesto por: 28 lotes de terreno, ubicados en Campos Santa Rita, Chilecito, La Rioja, de los que Menem era titular por un 50 por ciento (no se menciona quien era el cotitular). Todos fueron adquiridos el 1 abril de 1978. En el rubro rodados, en la declaración patrimonial aparece un Peugeot 405 de 1992, un Toyota Corolla de 2007 y una moto Motomel Eco 110 adquirida en 2010 con valor simbólico más que económico. También figuraban en su declaración acciones de Telecom Argentina S.A. Las habría recibido como donación de la propia empresa en 1991. Son dos paquetes de acciones de Telecom Argentina S.A., sumando un total de 1.113 acciones. 231 acciones valuadas en $3.580,50 y otras 882 por un total $78.498, lo que totaliza poco más de $82.000. En cuanto al dinero en efectivo y en cuentas bancarias, al cierre del ejercicio, Menem declaró tres cuentas, todas en pesos: una caja de ahorro con $10.746, otra con $14.011,96 y una cuenta corriente con apenas $259,02. A eso se suma $2.980.000 en efectivo. Entre los distintos rubros, también incluyó en la categoría “bienes muebles registrables en el país” un millón de pesos bajo la descripción “obsequio obtenido en carácter de presidente”. No se especifica de qué se trata. Y $240.770 en concepto de “bienes en el hogar”. La aparente desproporción entre lo que se declaró en la sucesión y el estilo de vida conocido del expresidente es uno de los puntos más cuestionados por los letrados de Carlos Nair y Antonella. Según Faya: “Lo que quedó no condice con la realidad y eso es lo que cualquier persona que haya conocido un poco la vida del expresidente pensaría... Es lo que te dicta el sentido común. Un padre indigente y una hija millonaria”. En esta línea, los abogados solicitaron en el expediente que se informe si los lotes están siendo utilizados y si son explotados dentro de un barrio privado; también pidieron información sobre los tres vehículos, las acciones, el título de propiedad de la casa conocida como La Rosadita, en la localidad de Anillaco, La Rioja, la colección de armas, posibles obras de arte y si hubo donaciones de dinero o bienes hechas por el expresidente. Además, se preguntó si autorizó el uso de su imagen para la serie producida por Amazon y si cobró regalías por eso. “Se enviaron dos pedidos, pero nunca fueron respondidos”, cuenta Faya.

Los bienes declarados en el expendiente

Con relación a los terrenos, el abogado de Zulemita sostiene que “hay una confusión”. Según Baldi, “esos terrenos no eran de Menem. Él se los había regalado a la hija del socio, y además están todos ocupados. Menem sólo figuraba con el 50% de una parte porque el otro 50% era del socio”. Pero el abogado de Carlos Nair es contundente: “Creemos que hubo ocultamiento o ventas realizadas a través de sociedades. Lo difícil es probar movimientos de dinero al exterior, eso es casi imposible. Las propiedades es más sencillo de probar...”. “Hicimos una investigación donde encontramos sociedades anónimas que enmascaran los bienes. Hay propiedades en Miami -cinco pisos-, cuentas en Suiza... Todo a nombre de terceros o sociedades controladas por los mismos. Fue tan burda la maniobra que analizando las sociedades que figuran en el IGJ se repiten, en varias, los componentes: Zulemita y Zulema, transfiriéndose a sí mismas. Es un modus operandi de ocultamiento. Pero no existe el crimen perfecto, siempre hay una fisura por donde uno puede entrar y demostrar la simulación. Por eso, estamos planeando iniciar un juicio por simulación, ya que se presenta un patrimonio irreal, mucho menor al verdadero”, añade Cormace. Desde el otro lado, Baldi desestima las acusaciones: “No tienen fundamentos. Lo único que buscan es dinero”. Entre los bienes que Faya y Cormace sostienen que deberían integrar el acervo hereditario sobresale una joya del menemismo: la legendaria Rosadita. La casa ubicada en la localidad riojana de Anillaco, que fue un emblema de la década menemista, está en la mira. Allí, Menem recibía a líderes internacionales, empresarios y celebridades del espectáculo en fiestas que aún hoy alimentan el mito. El despliegue fue tal que, en 1997, mandó construir una pista de aterrizaje a tan solo 800 metros de la puerta de la casa: una traza de 2.400 metros de longitud (más extensa que la del Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, que originalmente medía 2.100 metros) que todavía se observa claramente desde Google Earth. Para los abogados, la propiedad es uno de los puntos más polémicos del expediente. “Zulemita dice que le pertenece a ella. Pero cuando le preguntamos cómo la compró con 22 años, no supo responder. Puede ser un regalo del padre, pero debería probarse que no afecta a los demás herederos“, explica Cormace. “La gran pregunta es cómo la adquirió, porque no hay documentación clara al respecto. El juez ya la intimó varias veces a presentar los papeles y no lo hizo. Incluso se la obligó a presentarse personalmente en una audiencia. De hecho, el año pasado estuvo a punto de cerrar un acuerdo con Daniel Scioli para alquilar la propiedad con fines turísticos. No recuerdo si la intención era alquilarla o comprarla, pero cuando Scioli tomó conocimiento del estado del expediente, decidió apartarse y dijo: ‘Mejor no me meto en esto’. Y la verdad, hizo bien. Hubiera sido una situación similar a la que se está dando ahora con la serie", dice Faya.

Más allá de la casa de Anillaco, los abogados aseguran que hay otros bienes que deberían formar parte del acervo hereditario. Entre ellos, mencionan la casa de la calle Echeverría, en Belgrano R, donde vivía el exmandatario. “La casa de Echeverría, una concesionaria de autos, propiedades en La Rioja y algunas otras que son de dominio público... Es importante que se avance en esto, porque si no logramos incorporar más bienes al acervo, lo que queda se reparte en cinco minutos: lo que sale tomar un café en Starbucks. Así de triste”, dice Faya. Desde el lado de Zulemita, su abogado evitó pronunciarse sobre inmuebles concretos, pero recordó que existe un testamento a su favor. “Lo hizo en el marco de lo que permite la ley: hasta un 30 por ciento de su patrimonio”, explicó. El sistema sucesorio establece la existencia de una porción legítima, que corresponde obligatoriamente a los herederos forzosos —como hijos o cónyuge— y representa el 70% del patrimonio. El 30% restante constituye la porción disponible, que el testador puede asignar libremente a quien desee. “Zulemita dice que hay un testamento donde Menem le cede el tercio disponible de la herencia. Pero si los bienes en cuestión superan ese porcentaje, podríamos iniciar una acción de colación o simulación para que regresen al acervo hereditario”, advierte Faya. Otro punto llamativo en el juicio sucesorio es la gran cantidad de armas que pertenecían a Menem. “Hay muchas armas. Cerca de 200. Eran regalos que recibió Menem por ser coleccionista. Están en La Rioja. Es un tema delicado, porque si llegaran a robarlas sería un escándalo. Nosotros pedimos al juez dos veces que las trasladen a un lugar seguro. El juez respondió que eso es responsabilidad de los herederos. Recién ahora se ofició al ANMAC para verificar la situación”, explica Baldi. Nadie se atreve a estimar con precisión el patrimonio del expresidente. Según el abogado de Antonella, es imposible calcular su valor real, ya que se trataría de una cifra “enorme”. “Para que tengas una idea: el taller de Toyota que está en Figueroa Alcorta, con la propiedad y la licencia, vale más de 30 millones de dólares. Es lo que maneja Zulemita, pero llegó a ella mediante una cadena de cesiones sospechosas. Eran talleres del hermano, que luego pasaron a una sociedad y de esa sociedad pasaron a otra donde aparece Zulemita. Lo mismo sucede con la casa de Echeverría donde vivía Menem, también está a nombre de una sociedad. Está todo tan mal configurado que pareciera que Carlos Saul Menem murió en la indigencia...”, afirma Cormace. Del otro lado, Baldi, abogado de Zulemita, sostiene que las acusaciones sobre un supuesto ocultamiento de bienes no son nuevas, sino que ya fueron investigadas durante años por la justicia. “Desde que dejó la presidencia (1999), el doctor Menem fue acusado de todo tipo de delitos: venta de armas, cuentas en el exterior, enriquecimiento ilícito… Yo lo defendí en todos esos procesos. Durante 20 años, se investigaron sus bienes en 12 juzgados federales y nunca se encontró nada. Ni fiscales, ni jueces, ni el gobierno que estaba especialmente dedicado a perseguir al doctor, lograron ubicar cuentas o propiedades ocultas. Y en todas esas causas fue absuelto“. En los últimos días, uno de los temas que volvió a encender la disputa fue la suspensión del estreno de la serie sobre la vida de Carlos Menem. La polémica gira en torno al uso de su imagen y la falta de claridad sobre los derechos que habría cedido en vida.

“Los abogados de Zulemita sostienen que existió un contrato en el que Carlos Menem habría cedido sus derechos de imagen en vida. Ahora bien, lo que resulta llamativo es que una persona en situación de indigencia, como lo era el expresidente en sus últimos años, haya cedido derechos que potencialmente podía cobrar. Porque si los cedió, cabe preguntarse: ¿los cobró? Y si los cobró, ¿dónde está ese dinero? Nada de eso fue acreditado en la causa. Nosotros lo que planteamos es que ese derecho pertenece a los cuatro herederos. Lo único que pedimos es que se explique cómo llegaron a tener esos derechos. Si todo está en orden, no hay problema. Pero si hubo una mala distribución, se deberá obligar a la productora a reconocer también a los herederos que quedaron afuera, porque por lo que sabemos, solo uno de ellos estaría contemplado. Por eso se solicitó una medida cautelar que logró frenar el estreno de la serie hasta que se aclare esta situación. Hasta el día de hoy, nunca vimos un solo contrato, ni libretos, ni papel al respecto”, explica Faya. Desde el otro lado, el abogado de Zulemita insiste en que no hay nada irregular. Baldi, responde con firmeza a las acusaciones: “Menem cedió los derechos en vida. Está todo en regla, todo documentado. Justamente estamos con ese tema. Y no se va a llamar Síganme como se dijo”. Actualmente, la sucesión cuenta con una administradora judicial designada por el juez en noviembre del año pasado. “No es ni Zulemita ni ninguno de los herederos. Es ajena a la familia, elegida por sorteo judicial”, dice Faya. Y remarca que su rol es clave: “Es la encargada de asegurar la transparencia y buscar todos los bienes ocultos. El administrador después participa como un heredero más, por eso tiene interés en que se incorporen los bienes”, explica. El final de esta historia aún no está escrito. Los abogados evitan hacer pronósticos sobre plazos o resultados, son conscientes de que se trata de un caso complejo. Por ahora, para los letrados que representan a Antonella y Carlos Nair el principal objetivo es “incorporar la mayor cantidad de bienes” al acervo. “Hoy lo declarado, es irrisorio. Si no logramos probar o que falta, será una de las sucesiones más tristes de la historia argentina: un expresidente con un patrimonio devaluado frente a una hija con un nivel de vida inexplicable. Padre indigente, ¿hija millonaria?”, dice Faya. Desde el entorno de Zulemita, su abogado rechaza las acusaciones y apunta contra los otros herederos. Para Baldi, hay una doble vara a la hora de hablar del reparto: “Qué digan lo que quiera. Los que hablan son los que tienen, no dicen que se quedaron con departamentos, con autos, todas las cosas de oro del doctor y por otra parte toda la herencia de Carlos Junior que fue un avión, un auto, un taller… Pero parece que eso no cuenta como adelanto de herencia para algunos. Lo que tiene Zulemita sí, pero lo que tienen ellos no. Es un disparate. Es tan contradictorio que estos dos personajes están pretendiendo tener algo del doctor Menem cuando uno lo llamó corrupto y los dos le dijeron que no estaba en sus cabales y que era un tonto manejado por su hija“, concluyó.