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Boca no pudo con Tigre y quedó segundo en su zona: juega con Lanús y puede haber Superclásico en cuartos si River no gana

Abrió la cuenta Zenón y lo empató Scipioni. Ahora debe esperar lo que suceda en Núñez. Herrón no aportó soluciones desde el banco.

Domingo 04 de Mayo de 2025

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20:49 | Domingo 04 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El mismo escenario, la misma decepción. Aquí comenzó el ciclo de Fernando Gago, con una derrota aplastante, que dejó señales negativas. Y aunque corrió mucha agua debajo del puente del fútbol en estos seis meses, los golpes que sufrió fueron tan duros que terminó despedido. Mariano Herrón se corporizó en un técnico de coyuntura, una vez más. Había cierta expectativa del Consejo de Fútbol. Especialmente, porque el deseo de Juan Román Riquelme es estirar el interinato hasta los playoffs. Otro trago difícil de digerir para los hinchas. Sobre todo, después de estos noventa minutos en el estadio José Dellagiovanna que no terminaron en una caída como aquel 20 de octubre, pero dejó a Boca sin punta por diferencia de gol.

Y también, con muchas incógnitas. Porque el entrenador de emergencia metió mano en el esquema durante el partido, mareó a varios futbolistas rotando posiciones, sacó a los que mejores prestaciones estaban dando en la noche de Victoria y sostuvo durante demasiado tiempo a otros que no dieron la talla. Tuvo mucho más la pelota en el segundo tiempo, lo encerró a Tigre, pero no tuvo grandes ocasiones para ganar el partido, muy a pesar de los dos goles (bien) anulados por la intervención del VAR.

¿Qué cambios sustanciales se pudieron ver de Boca? En principio, el esquema. De la polémica línea de cinco, que condenó al anterior entrenador, se pasó al 4-3-3. Después, modificó la posición de algunos futbolistas. Kevin Zenón, que habitualmente se mueve por la izquierda, arrancó como extremo derecho. Carlos Palacios, casi siempre fue enganche en el ciclo de Pintita, se ubicó como volante por la izquierda y muy lejos del arco rival. A tal punto que hubo demasiados pases en su propio campo. Y Alan Velasco, el favorito de Juan Román Riquelme, volvió a la titularidad por la izquierda, sin tanta gravitación más allá de que tuvo una participación secundaria en el único grito azul y oro.

En la función defensiva, se armó con un 4-5-1 y con la ventaja, a bordo de un 4-4-2 en el que Zenón terminó jugando por la izquierda. Sin embargo, tuvo los problemas de siempre en la contención. Sufrió en el medio, fue permeable por los costados y le faltó firmeza a la hora de rechazar las pelotas paradas. Sin ir más lejos, el empate de Tigre llegó por esa vía.

El equipo de Victoria arrancó mejor. Con un 4-2-3-1 en el que Sebastián González y Lorenzo Scipioni se repartieron el medio y los tres volantes ofensivos no solo mostraron una gran movilidad; también, fueron profundos. Sobre todo, en las bandas.

Boca trató de no desordenarse y empezó a encontrar espacios. Entonces, Zenón quedó perfilado para su mejor pierna y sacó un zurdazo desde el vértice del área que encontró una notable respuesta de Felipe Zenobio. Toco la puerta del gol, claro. En la segunda situación que tuvo, la abrió de par en par.

Fue a partir de una polémica. Forcejearon Rodrigo Battaglia y Eric Ramírez. El venezolano cayó y el zaguero visitante pudo despejar largo. Scipioni no logró anticipar y la pelota derivó en Velasco, que abrió a la derecha para Merentiel; el uruguayo encaró hacia el arco, enganchó, jugó hacia atrás y dejó a Zenón de frente al gol. El correntino resolvió de zurda.

Tigre quedó aturdido y Boca estuvo cerca del segundo, otra vez con Merentiel como gestor. El crédito de Paysandú no necesitó ser un “9” estático. Se movió con fluidez fuera del área y fue uno de los futbolistas más claros. Palacios perdió el segundo, tras una jugada de la Bestia. El chileno buscó el segundo palo a colocar y la pelota se perdió a centímetros del arco de Zenobio.

Tigre casi lo empata con un centro de Jabes Saralegui que Héctor Fértoli, uno de los más incisivos, cabeceó por encima del travesaño. Fue un indicio de la fragilidad de Boca atrás. Hasta que en el primer minuto adicionado, Agustín Marchesín tapó un mano a mano ante Ramírez y llegó el tiro de esquina que posibilitó el 1 a 1. Ejecutó Elías Cabrera, la bajó Joaquín Laso y anticipó Scipioni. Todos fallaron en las marcas y el arquero no atinó a romper.

En el segundo tiempo, Boca se hizo dueño de la pelota, soltó a Palacios y arrinconó a Tigre. Hubo un tiro de esquina de Zenón que bajó Belmonte y Diego Sosa empujó contra su propio arco. Facundo Tello cobró el gol, pero el VAR lo llamó: no había visto una mano del volante cuando bajó la pelota. Más tarde, se atragantó otro grito de Boca por posición adelantada de Marcos Rojo. Había sido de Rodrigo Battaglia.

Los cambios de Diego Dabove energizaron a Tigre. Sobre todo, con los ingresos de Blas Armoa e Ignacio Russo. No obstante, solo una vez se filtró el paraguayo y tapó Marchesín. Después, el Matador se replegó sostenido en el despliegue de Scipioni y Sebastián González, y Boca mostró todas su deficiencias. No se entendió la salida de Merentiel, uno de los más exigentes. Entró Lucas Janson, que no rindió. También prescindió de Belmonte, que había llegado varias veces limpio al área, para incorporar al pibe Dalmasso.

El final encontró más conforme a Tigre que a Boca. La cara de Herrón era todo un testimonio. Está en una silla caliente, mirado por todos y con obligaciones que le hará saber la gente en los playoffs que disputará en la Bombonera.

 

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