11:24 | Domingo 22 de Junio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Alfabetizar se convirtió en uno de los desafíos más urgentes para los docentes y directivos de las escuelas de todo el país en los últimos años. Porque uno de cada dos estudiantes de 3° del nivel primario no entiende lo que lee, según los resultados de la prueba regional ERCE 2019, realizada por UNESCO, dato que también se ve reflejado en los resultados de las Pruebas Aprender 2024.
La situación crítica que atraviesa la educación también se evidencia en el informe del Observatorio Argentinos por la Educación que expone que solo 13 de cada 100 estudiantes culmina la escolaridad en tiempo y forma. Sin embargo, se trata de una cifra que promedia el desempeño de los alumnos de todas las escuelas del país. En la ruralidad, el panorama es aún más alarmante.
Pese a que no hay un discernimiento entre el desempeño de los estudiantes que asisten a escuelas de zonas rurales y aquellos que estudian en zonas urbanas, actores sociales como los integrantes de la asociación civil Minkai, que trabajan desde hace más de 15 años acompañando a los estudiantes de las escuelas rurales de Tucumán y Catamarca, aseguran que la situación es igual o de compleja o aún más, debido a los obstáculos diarios que los alumnos deben sortear.
El análisis de Minkai sobre los obstáculos en la escuela rural
“Es difícil dimensionar el fenómeno y es incómodo para muchas escuelas rurales y sus directivos hablar de esto, porque terminan mostrando las dificultades y las falencias de todo un sistema que está atravesando una crisis educativa muy grande”, sostuvo Natalia Brutto, directora ejecutiva de Minkai, en diálogo con MDZ. Asimismo, la profesional indicó que, de acuerdo con el Observatorio Argentinos por la Educación, en las provincias en las que trabaja la asociación civil la cifra de los estudiantes que terminan el secundario en tiempo y forma es aún menor: en Catamarca son 7 de cada 100 y, en Tucumán, 9 de cada 100.
Minkai trabaja desde hace más de 15 años acompañando a jóvenes de cada escuela rural de Catamarca y Tucumán.
Minkai trabaja desde hace más de 15 años acompañando a jóvenes de cada escuela rural de Catamarca y Tucumán.
Minkai
Ante esa realidad, los docentes, los directivos escolares y los voluntarios de Minkai dan todo de sí día a día para poder brindarles el derecho de la educación a los alumnos de las escuelas rurales. Precisamente, son los propios maestros los que comenzaron a percibir la crítica situación en materia de alfabetización en esas escuelas, al advertir que, incluso en el secundario, los estudiantes no entienden lo que leen.
La crisis de la alfabetización en las escuelas rurales
Desde hace más de una década, Minkai acompaña a los alumnos y docentes rurales comprometidos con la educación. Para ello, llevan a cabo una serie de acciones que van desde capacitaciones hasta programas e incentivos, principalmente, destinados a los estudiantes de nivel secundario y a aquellos que deseen continuar sus estudios universitarios. Sin embargo, con la creciente problemática de la baja comprensión lectora en todos los niveles, la asociación civil se empezó a involucrar al visibilizar la situación y acompañar a los docentes y alumnos tanto de primaria como de secundaria.
“Nos empezó a preocupar particularmente la cuestión de la alfabetización porque, en ocasiones, nos encontramos con que los chicos en la secundaria no entienden lo que leen”, comentó Brutto a este medio. “En algunas comunidades nos encontrábamos grupos de lo que se conoce como copistas, es decir, chicos que llegaron al secundario, pero tal vez no comprendían acabadamente eso que tenían escrito, sino que copiaban los símbolos, los signos del alfabeto en sus cuadernos, en sus carpetas, porque es lo que aprendieron a hacer”, advirtió.
Minkai
La propuesta de Minkai
Al identificar la problemática, desde Minkai comenzaron a “acompañar a la comunidad educativa con profesionales que se dedican a la alfabetización para adultos, con el fin de reponer esa carencia para que se puedan poner a nivel y así aprender el resto de conocimientos que la secundaria les propone”, puesto que la lectura, y, sobre todo, la comprensión lectora es la base de todo conocimiento. “Si un joven no entiende lo que lee, difícilmente pueda comprender de cívica, de biología, de geografía o de cualquier otro contenido”, enfatizó Brutto.
“Es un desafío también para los que están en nivel secundario porque los profesores y las profesoras están preparados para las asignaturas que tienen que dictar, pero no están preparados para alfabetizar porque, justamente, no se formaron para eso”, reveló la Licenciada en Sociología de la UBA y agregó: “Entonces, nos encontramos ante la magnitud de un problema donde todos queremos acompañar a esos jóvenes, pero en ocasiones los que interactuamos directamente con ellos no tenemos las herramientas adecuadas para poder atenderlo porque es algo que debería haberse atendido en etapas o niveles anteriores, en etapas previas”.
Las acciones para alfabetizar en las escuelas rurales
De acuerdo con la directora de Minkai, este año lanzarán una capacitación virtual y gratuita sobre alfabetización dictada por una de las voluntarias. Dicha capacitación está “destinada todos los docentes y profesores rurales de nivel secundario que quieran tener unos talleres en donde puedan incorporar herramientas y tips de cómo trabajar la alfabetización en el aula de manera sencilla y práctica”.
Minkai
“Lo que sucede en los entornos rurales es que tal vez los profes, los directivos están muy solos. No es como en las grandes ciudades en donde tenés una vasta red de organizaciones y actores sociales. Entonces, hay que poder acompañar aquellos profes que están deseosos de ayudar a estos alumnos a comprender los contenidos”, declaró Brutto al respecto.
Los obstáculos que deben afrontar los estudiantes de zonas rurales
En las zonas rurales, la mayoría de los docentes y los alumnos recorren distancias larguísimas para poder llegar a las aulas. “Los jóvenes atraviesan dificultades de diverso tipo que tal vez en los entornos urbanos no se producen”, dijo al respecto Natalia. A las largas distancias se le suma la “falta de transporte público hace que muchas veces los chicos tengan que movilizarse a pie o que dependan de que en la familia haya un vehículo para que puedan llegar”. Además, es muy común que, en algunas familias, los chicos “se ven obligados a ayudar en tareas del hogar o en tareas de cuidado”, lo cual les quita horas de estudio. “Y ni hablar que en algunos casos empiezan a edades muy tempranas a insertarse en el mundo del trabajo, siendo adolescentes”, expuso.
Como si fuera poco, desde Minkai compartieron que en el 50% de las familias de las cuales provienen los jóvenes que reciben las becas, el adulto que está a cargo, ya sea la mamá o el papá, no pudo terminar la primaria. Teniendo cuenta esa realidad familiar, el hecho de que los alumnos terminen la secundaria “es un hito fundacional en la familia, ni hablar de los que llegan a avanzar en la universidad y recibirse”.
Minkai
Cómo ayudar a los alumnos
En ese contexto, los voluntarios de Minkai llevan a cabo una serie de acciones con el fin de acompañar a toda la comunidad educativa, pero, sobre todo, a los alumnos que atraviesan situaciones más complejas, “a punto de caer del sistema”.
“Seguimos con nuestros programas insignia porque entendemos que la ruralidad impone desafíos muy grandes a los jóvenes para continuar y transitar el nivel secundario y ni que hablar el nivel superior. Entonces, los acompañamos con nuestros programas: el programa de becas secundarias, el programa de becas de estudios superiores y el programa Somos Puente, ligado al mundo del trabajo”, compartió Brutto.