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Hamilton y Sainz, los dos espejos de los que se puede aferrar Colapinto en su supervivencia en la Fórmula 1

Las comparaciones con Gasly, su compañero de Alpine, son odiosas y comprometen al argentino. Pero una situación similar viven el inglés y el español, recién llegados a Ferrari y a Williams.

Martes 29 de Julio de 2025

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16:25 | Martes 29 de Julio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Franco Colapinto acumula más disgustos que alegrías en su regreso a la Fórmula 1. Lejos de la gran imagen que dejó, más allá de los palazos, durante sus nueve carreras en Williams en la temporada 2024, el argentino sufre con el andar -el no andar, en realidad- del Alpine, que es el peor auto de la parrilla del circo máximo de la velocidad.
 
El de Pilar todavía no pudo sumar puntos y ya lleva una carrera más disputada que el australiano Jack Doohan, a quien reemplazó desde el Gran Premio de Emilia Romagna, en el tradicional circuito de Imola, crucificado por sus malos resultados. Para completar el escenario negativo, Colapinto debe lidiar con las comparación con su compañero de equipo, Pierre Gasly. Y el mano a mano no lo favorece.
 
El de Rouen, de 29 años y una victoria sobre el lomo en sus 166 presentaciones en la categoría, fue más rápido que el argentino en seis de las siete clasificaciones de carrera en las que compitieron bajo la bandera de la escudería francesa. También fue más veloz en la única clasificación para una Sprint, el pasado fin de semana en Bélgica. A nivel carrera, la confrontación da un poco mejor para Colapinto, quien está 2-5 en los Grandes Premios y 1-0 en la Sprint.
 
Franco Colapinto charla con Carlos en Silverstone.
Foto: APFranco Colapinto charla con Carlos en Silverstone. Foto: AP
La cuestión es que esta ventaja en el mano a mano es lógica. Tiene el bonaerense apenas 17 carreras disputadas en la Máxima. Y acá la experiencia pesa. También el conocimiento del auto. Colapinto, por las reglamentaciones de la FIA, recién se pudo sentar en el auto que hoy maneja en Imola. Más allá de las pruebas con modelos anteriores o con el simulador, la puesta a punto del auto es completamente distinta. También es completamente diferente a la que tenía en Williams.
 
Por lo tanto, cada fin de semana que pasa, el argentino se encuentra con un problema diferente al que no le encuentra un solución lógica.
 
No se trata de una declaración de rigor cuando en cada conferencia de prensa dice sin pudor "No entendimos esto" o "No sabemos por qué pasa lo otro". El Alpine es por ahora un rompecabezas para Colapinto.
 
Y es por eso que muchas veces no encuentra la forma de exprimirlo de la mejor manera para terminar más adelante en las clasificaciones o cuando no puede tener una regularidad en las carreras -a veces sus tiempos fluctúan demasiado-.
 
¿No tiene ese problema Gasly? Sí, lo tiene porque el auto es decididamente malo. También el motor, que es mucho menos potente -30 caballos de fuerza menos- que los de las otras escuderías. Sin embargo, el francés lleva mucho más tiempo en la escudería, conoce mejor los defectos del vehículo y los disimula mejor. Incluso es posible que tenga generalmente una puesta a punto distinta.
 
Franco Colapinto y Lewis Hamilton.Franco Colapinto y Lewis Hamilton.
Con esas herramientas le alcanza para hacer mejores papeles los sábados y para no ser sobrepasado por cualquiera que se le ponga en los espejos retrovisores en los domingos.
 
Una prueba es el décimo puesto que logró en Spa-Francorchamps después de haber largado 13°. Aprovechó que Nico Hulkenberg hizo una segunda parada con su Sauber y se aferró a la última posición que entrega puntos -ya tiene 20 en la temporada, todos los de Alpine-, sin darle margen de sorpasso al japonés Yuki Tsunoda, quien se cansó de perseguirlo hasta que cometió un error con su Red Bull, que lo condenó a terminar 13°.
 
Justamente el padecimiento de Tsunoda es un buen ejemplo para entender lo que le pasa a Colapinto con Gasly. El asiático, con 100 GPs en su espalda, fue ascendido desde Racing Bulls después de que el neozelandés Liam Lawson fuera degradado de la escudería principal de la empresa de bebidas energizantes.
 
Es cierto que al crédito de Sagamihara le toca competir con el neerlandés Max Verstappen, tal vez el mejor piloto de la actualidad y cuatro veces campeón. Pero no sólo no puede acercarse, sino que también le cuesta una enormidad sumar puntos para el campeonato. Mad Max está 10-1 en Grandes Premios y 2-0 en carreras Sprint. Y tiene 185 puntos, contra apenas 10 de Tsunoda.
 
Y si alguien quiere hacer este jueguito un poco más parejo, vale ir al ejemplo de Ferrari. En el Cavallino Rampante el enfrentamiento es entre Charles Leclerc y Lewis Hamilton. Y el que predomina no es el siete veces campeón sino el monegasco, que manda 10-2 en el mano a mano en Grandes Premios y 2-1 en las Sprint.
 
Al inglés, por más que el fin de semana pasado haya mostrado su vigencia al adelantar 11 posiciones hasta que la lluvia dijo basta en Spa, le cuesta una enormidad superar en la pista a su coequiper. Acá no se puede hablar de falta de experiencia. Y lo que queda en evidencia es que a cualquier piloto, incluido el más laureado -literal-, le resulta difícil acostumbrarse al funcionamiento de un auto desconocido con una puesta a punto diferente a la que venía acostumbrado.
 
Lo mismo corre para Carlos Sainz, que tuvo que dejar su butaca en Ferrari por el desembarco de Hamilton y mudarse a Williams. ¿Y saben qué? Pierde sistemáticamente en el mano a mano con el talentoso Alex Albon, quien está 9-3 arriba en carreras y 2-1 en las Sprint.
 
Y eso que el español tiene 101 GPs más disputados en la Fórmula 1 (218 contra 117) y hasta ganó en cuatro ocasiones. Al madrileño se lo vio renegar el fin de semana en Spa cuando ni siquiera podía darle alcance al Alpine de Colapinto hasta que logró sobrepasarlo con un undercut luego del paso por boxes.
 
Colapinto, como se ve, no está solo en sus pesares. Es obvio que se le pone la lupa por su condición de novato. Y porque tiene todo un país detrás, con expectativas a veces exageradas.
 
Hay dos certezas: el Alpine no va para atrás ni para adelante y su mayor aspiración pasa por acercarse a lo que hace Gasly. El inconveniente es que esta apuesta, tentado por la invitación de Flavio Briatore y por la necesidad de no estar afuera de la rueda, le puede terminar costando cara. Porque puede quedar condicionado y atado a los pobres resultados que viene cosechando y quedar relegado en el escaparate de pilotos en caso de que en el futuro se abra alguna otra oportunidad.
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