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Casi 26 millones de argentinos tienen obesidad y persiste la mala calidad alimentaria en sectores vulnerables

Los expertos explicaron que el sistema alimentario argentino produce un exceso de calorías pero con déficit de nutrientes esenciales.

Miércoles 03 de Septiembre de 2025

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15:35 | Miércoles 03 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

 

 

Un informe presentado en el XXIII Congreso Argentino de Nutrición reveló que casi 26 millones de personas en el país padecen sobrepeso u obesidad. El documento, elaborado por un equipo de especialistas encabezado por el Lic. Sergio Britos, advirtió que la malnutrición también se manifiesta en dietas insuficientes y poco diversas, sobre todo en la infancia y en los sectores de menores recursos.

Los expertos explicaron que el sistema alimentario argentino produce un exceso de calorías pero con déficit de nutrientes esenciales.

La disponibilidad de alimentos supera las 3.300 calorías y 120 gramos de proteínas por persona, pero se concentra en granos, aceites y carnes, mientras que la producción de frutas, verduras, lácteos y legumbres resulta insuficiente. Esta brecha, sumada a los costos más altos de los alimentos saludables, agrava la situación nutricional.

El informe también alertó que la inseguridad alimentaria alcanzó en 2024 al 35,5% de los niños y adolescentes, esto significa que más de uno de cada tres chicos no accede de manera sostenida a los alimentos que necesita y, en muchos casos, lo poco que llega a su mesa carece de calidad nutricional.

Los especialistas remarcaron que el problema no es la falta de alimentos, sino los incentivos que determinan qué se produce y a qué precios se distribuye.

Además, el documento cuestionó la actual Canasta Básica de Alimentos por no reflejar una dieta saludable y señaló limitaciones en los programas alimentarios vigentes, como el Plan AlimentAr y los comedores escolares.

También, observó deficiencias en la implementación del Etiquetado Frontal de Alimentos, cuya eficacia se ve limitada por la falta de campañas educativas.

Los autores concluyeron que se necesita un cambio estructural en las políticas públicas: reducir los costos de los alimentos más nutritivos, mejorar la educación alimentaria y garantizar que las guías nutricionales se traduzcan en acciones concretas: “La evidencia está disponible. La urgencia, también. Lo que falta es voluntad política para encarar un cambio estructural”, afirmó el Lic. Britos.

 

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