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Internacionales
El candidato de la oposición de derecha prometió un fuerte ahorro del gasto. Pero no dijo cómo lo hará. Los chilenos votan el domingo en un clima de decepción y rechazo a la clase política.
Viernes 12 de Diciembre de 2025
18:00 | Viernes 12 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Chile decidirá este domingo en las urnas quién gobernará por los próximos cuatro años. Y, en la primera elección presidencial con voto obligatorio en el país desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet, muchos irán a votar por el mal menor, en un clima de descontento social, decepción y bronca contra los sucesivos gobiernos que prometieron cambios para mejorar las condiciones de vida y no lograron los resultados que esperaba gran parte de la sociedad.
Luego de una campaña ríspida, cargada de acusaciones cruzadas y de pocas propuestas concretas, la oficialista Jeannette Jara y el opositor de derecha conservadora José Antonio Kast se disputan la presidencia.
Aunque la ex ministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric ganó en la primera vuelta del 16 de noviembre con el 26,8% de los votos, frente al 23,9% del líder del Partido Republicano, ahora la balanza parece claramente inclinada hacia el lado del opositor, que ya logó el respaldo de los otros dos líderes de derecha que compitieron hace un mes, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser.
Así, Kast ya tendría asegurado el 50% de los votos. Y esa cifra podría subir si logra también capturar los votos que en la primera vuelta consiguió el populista de derecha Franco Parisi, que cosechó el 19,7% (más de 2,5 millones de votos). Aunque el líder del Partido de la Gente llamó a votar en blanco o nulo, en rechazo a dos candidatos de los extremos, no está claro qué harán esos votantes este domingo.
Un cartel en una calle de Santiago muestra el rechazo a los dos candidatos a la presidencia de Chile. Foto: AP
Lo que sí es evidente para diferentes analistas consultados por Clarín es que el voto a Parisi fue una expresión de protesta y rechazo a la clase política que no ha sido capaz de resolver los problemas de la clase media chilena. Boric llegó al poder en medio de los vientos de cambio que reclamaba la multitud en las calles durante el estallido social de 2019, pero ese impulso se fue deshilachando.
Las promesas de cambio chocaron con la realidad y en la práctica fueron pocos los avances que logró el actual gobierno para revertir décadas de enorme desigualdad y de grandes obstáculos para acceder por ejemplo a servicios básicos como salud y educación pública de calidad, dos de los principales reclamos de aquellas jornadas de intensas protestas que se iniciaron en octubre de 2019 como reacción al aumento en el boleto del metro y se extendieron durante meses para denunciar la profunda brecha social heredada de la dictadura de Pinochet.
“Una de las claves de esta elección es que existe un fuerte malestar social, político y económico, un fuerte malestar contra el gobierno”, explicó a esta enviada el analista político Roberto Munita, de la Universidad Andrés Bello de Chile.
“El presidente fue perdiendo apoyo. Había un exceso de expectativas cuando asumió hace cuatro años. Su bandera era la renovación. Pero se dio cuenta de que no era tan fácil. Él mismo lo admitió: con guitarra es otra cosa”, señaló Munita, usando una expresión típica aquí.
Por eso Jara, quien pese a ser la carta oficialista hizo todo lo posible por mostrar distancia del actual gobierno y presentarse como una figura capaz de resolver los problemas de los sectores más postergados, promete ampliar los derechos sociales que en parte se consiguieron en estos cuatro años y avanzar con más mejoras en salud, educación, salario mínimo y jubilaciones.
En este escenario, el plan de Kast de recortar hasta 6.000 millones de dólares del gasto del Estado si gana la presidencia, generó polémica en toda la campaña, pero el debate escaló especialmente en los últimos días. El candidato conservador fue criticado desde la campaña para la primera vuelta porque nunca detalló cómo planea hacer ese recorte millonario con el que promete dar impulso a la economía y hacer que Chile vuelva a crecer.
Días atrás, un ex alcalde del partido de Kast, que ahora fue elegido senador, se sinceró ante los medios: “Habrá recortes presupuestarios que evidentemente no los vamos a decir porque nos paralizan el país al día siguiente. Si lo decimos, vamos a tener la calle incendiada”, admitió Rodolfo Carter, uno de los voceros principales del candidato republicano, en una entrevista en el programa Todo va a estar bien, del canal Vía X.
Sus palabras provocaron una reacción casi inmediata de la candidata oficialista. “El problema de las declaraciones del vocero del candidato Kast es que son gravísimas, porque de lo que está dando cuenta es de que hay un plan para hacer recortes que evidentemente van a afectar derechos sociales”, lanzó Jara durante una recorrida de campaña.
Agregó que lo que dijo Carter “cumple con lo que hemos estado señalando todo este tiempo: que sus propuestas son clandestinas, están ocultas a la ciudadanía, y eso es grave, porque para ser presidente de la República uno tiene que ser transparente”.
Desde el comando oficialista sostienen que esta propuesta fiscal del líder de ultraderecha es inviable sin tocar programas sociales clave financiados por el presupuesto nacional, como la gratuidad universitaria o la jubilación universal.
Pero los cuestionamientos a esa medida no eran exclusivos del equipo de Jara. Durante la primera vuelta, Evelyn Matthei –la candidata de la derecha más moderada- y su equipo económico ya habían advertido que esos recortes no eran posibles de implementar sin tocar algún beneficio social. Y en más de una ocasión la ex alcalde de Providencia instó a Kast a explicar este recorte.
Kast, en tanto, salió a defender los dichos de Carter. El senador electo, dijo, “tiene toda la razón. Nosotros vamos a presentar nuestro plan de gobierno el 11 de marzo”, el día en que asume el futuro gobierno.
Pero la polémica no terminó allí. El propio Ejecutivo salió este viernes a responder. La ministra vocera del gobierno, Camila Vallejo, exigió “transparencia e información en lo que van a ser las acciones o la implementación de compromiso o propuestas que tengan las candidaturas".
"Si hay ocultamiento de información, si hay poca transparencia, al final no estamos cuidando debidamente nuestra democracia, no estamos cuidando debidamente el derecho de nuestro compatriota a estar plenamente informados y plenamente conscientes de lo que va a justificar o motivar su voto", afirmó en declaraciones a los medios.
Además, reiteró la idea que en los últimos días expresó el presidente Boric en más de una ocasión: “Chile no se cae a pedazos”. Vallejo aseguró que hay un “relato de que Chile se cae a pedazos" y “es una falta de respeto para el país. Este país lo hemos levantado todos y todas, el país se ha ido normalizando, el país está creciendo". En las urnas, los chilenos dirán este domingo a quién le creen.
Las esquirlas del estallido
El recorte fiscal de Kast
Carteles contra Kast en una calle de Santiago, este viernes. Foto: REUTERS
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