Especialistas destacan la importancia de atender señales sutiles y variaciones conductuales para interpretar estados emocionales con mayor precisión, evitando conclusiones rápidas
08:31 | Domingo 23 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Con frecuencia, las personas buscan comprender qué piensan o sienten quienes las rodean. Este interés surge en encuentros laborales, relaciones personales y hasta en conversaciones con amigos de mucho tiempo. El arte de leer a las personas parte de observar sus gestos, posturas y tono de voz, e identificar el mensaje real de su comunicación. Esta capacidad no requiere habilidades sobrenaturales, sino atención a la comunicación no verbal en cada interacción.
Diversos expertos coinciden en que interpretar correctamente a alguien implica mucho más que escuchar palabras. La información se encuentra en aspectos como expresiones faciales, postura física y hasta en los movimientos de las manos.
Estudios, como el realizado por el especialista Albert Mehrabian, difundido por Verywell Mind, sugieren que las emociones y actitudes se comunican mayormente mediante el rostro y la voz, asignando solo un pequeño porcentaje al contenido verbal. Leer a una persona implica entonces mirar más allá del discurso, atendiendo a señales sutiles y comportamientos habituales.
Las expresiones faciales, la postura
Las expresiones faciales, la postura y los movimientos de las manos son claves para interpretar el estado emocional de una persona (Imagen Ilustrativa Infobae)
En una conversación, el contexto juega un papel fundamental para interpretar los signos no verbales. No todos muestran sus emociones o pensamientos de manera evidente.
De acuerdo a BBC, la manera en que alguien se sienta, la posición de sus hombros o el ritmo de su respiración pueden reflejar seguridad, nerviosismo o cansancio. Conocer las costumbres o actitudes base de cada individuo ayuda a descifrar posibles cambios que indiquen alteraciones emocionales.
El contexto y las costumbres
El contexto y las costumbres individuales influyen en la interpretación de los gestos y señales no verbales en cada interacción (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las claves del lenguaje corporal y sus limitaciones
Especialistas en lenguaje corporal insisten en la importancia de analizar el conjunto y no enfocarse solo en un gesto o una palabra. Carole Railton, consultora en comportamiento, señaló a Verywell Mind que la impronta visual de la sociedad moderna refuerza la rapidez para formar juicios. Según explicó, los primeros segundos de interacción marcan una impresión que suele perdurar.
Modificar la percepción inicial requiere esfuerzo y tiempo, por lo que captar las señales correctas resulta decisivo para evitar errores de interpretación.
Expertos en lenguaje corporal advierten
Expertos en lenguaje corporal advierten sobre la importancia de analizar el conjunto de señales y no solo un gesto aislado (Imagen Ilustrativa Infobae)
Asimismo, Inbaal Honigman, experta en lenguaje corporal, destacó al medio que la lectura efectiva exige observar la armonía entre expresión facial, postura y movimientos. Cuando una persona exhibe alegría, el rostro, la postura y los gestos suelen coincidir. En cambio, las incongruencias —como una sonrisa que desaparece al instante o las manos inquietas que de pronto se relajan— pueden reflejar un intento de ocultar emociones. Los detalles, observados en conjunto, permiten comprender adecuadamente el estado real de la otra persona.
De acuerdo con Alexandra Stratyner, psicóloga clínica, las señales del cuerpo trascienden las palabras. Una postura erguida evidencia confianza, mientras que hombros caídos o una actitud encorvada pueden sugerir cansancio, defensa o inseguridad. El simple hecho de cruzar los brazos, evitar la mirada o moverse con inquietud tiene distintos significados según la situación, el estado emocional y la cultura de origen.
Las incongruencias entre la expresión
Las incongruencias entre la expresión facial, la postura y los gestos pueden indicar intentos de ocultar emociones reales (Imagen Ilustrativa Infobae)
Practicar la observación: más allá de la primera impresión
Analizar el comportamiento habitual de alguien constituye el primer paso para interpretar cambios significativos. Reconocer si una persona suele cruzar los brazos o bajar la mirada en situaciones normales permite identificar cuándo lo hace por incomodidad, nerviosismo u otras razones. Los especialistas recomiendan crear un registro mental, e incluso escrito, de los comportamientos frecuentes para comparar cualquier variación relevante.
Además, es frecuente que las personas imiten gestos de quienes las rodean. Esta tendencia a reflejar expresiones faciales o movimientos ocurre casi de forma automática. Si una sonrisa recibe como respuesta una expresión seria, esto puede indicar tensión, incomodidad o desinterés.
Por otra parte, la forma en que una persona emplea palabras como “yo” o “nosotros” también ofrece indicios sobre su enfoque individual o colectivo. De acuerdo con Stratyner, el uso reiterado de términos personales puede asociarse con autoafirmación, mientras que el discurso en plural sugiere integración grupal. El modo de hablar revela valores y posturas frente a situaciones diversas.
La observación de comportamientos habituales
La observación de comportamientos habituales permite detectar cambios significativos en el lenguaje corporal de una persona (Imagen ilustrativa Infobae)
Respirar rápido puede denotar excitación o estrés, mientras que una respiración lenta suele indicar relajación. Según Railton, personas muy extrovertidas presentan hombros elevados y mayor agitación física, mientras que la calma se observa en movimientos pausados y posturas abiertas.
No existen fórmulas universales para interpretar gestos o palabras. Motivos culturales, contextos sociales y rasgos individuales influyen en la manera de comunicar emociones y pensamientos. Un bostezo puede ser señal de cansancio más que de desinterés, y la timidez quizá explique la falta de contacto visual.
Alexandra Stratyner recuerda que cada quien tiene características propias, por lo que asumir que todas las personas reaccionan igual conduce a errores.
El uso de palabras como
El uso de palabras como 'yo' o 'nosotros' en el discurso refleja enfoques individuales o grupales y valores personales (Imagen Ilustrativa Infobae)
Expertos recomiendan practicar la observación con personas de confianza, donde el conocimiento previo facilita descubrir cambios sutiles en su manera de actuar.
Estas prácticas ayudan a afinar la percepción y evitar interpretaciones equivocadas frente a desconocidos. Observar a grupos en ambientes públicos, comparar actitudes y analizar emociones con criterio abierto agregan experiencia en la lectura de comportamientos.
Según los especialistas, mejorar la capacidad para leer a las personas requiere tiempo y práctica constante. Nadie acierta siempre: factores como estrés, nervios o contexto influyen en cada interacción. El análisis integral permite minimizar errores y comprender a los demás con mayor profundidad, aunque nunca exista certeza absoluta.