Según el informe que Nicolás Posse presentará en el Congreso, y al que este medio ya tuvo acceso, al 15 de abril se habían inscripto 703.920 estudiantes al programa Vouchers Educativos.
Lidera la tabla Buenos Aires , y lo siguen Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Mendoza.
Detallados por provincia:
Buenos Aires: 325.227,
Catamarca: 9.172,
Chaco: 14.343
Chubut: 1.643,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: 30.771,
Corrientes: 10.587,
Córdoba: 74.499,
Entre Ríos: 18.722,
Formosa: 4.756,
Jujuy: 6.648,
La Pampa: 1.439,
La Rioja: 1.213,
Mendoza: 29.289,
Misiones: 28.200,
Neuquén: 1.278,
Río Negro: 5.769,
Salta: 9.546,
San Juan: 18.748,
San Luis: 1.962,
Santa Cruz: 1.633,
Santa Fe: 68.159,
Santiago del Estero: 17.830,
Tierra del Fuego, Antártida e Islas Atlántico Sur: 1.876,
Tucumán: 20.610.
En total, se asistirá a alumnos de 6.163 colegios privados en todo el país.
Reparto federal
El jefe de Gabinete señaló que el programa fue elaborado bajo un criterio de reparto federal, inclusivo y democrático de los vouchers: "No existe límite ni cupo de estudiantes, ni número de familias, ni cantidad de escuelas por provincias".
Es decir que todo aquel que cumpla con los requisitos, recibirá la ayuda económica por 3 meses.
"Corresponde a familias con hijos de hasta 18 años que asisten a instituciones educativas públicas de gestión privada de niveles inicial, primario y secundario con al menos 75 % de aporte estatal. La suma de los ingresos del grupo familiar no debe ser superior a $1.419.600 (siete Salarios Mínimos, Vitales y Móviles)", recordó el funcionario.
Por qué la Nación decidió ayudar a las familias de colegios privados
Nicolás Posse explicó de manera sencilla porqué la Nación decidió implementar este programa de vouchers con el que se asistirá a familias que tienen los chicos en colegios privados durante 3 meses:
"Se opta por este enfoque debido a que, de lo contrario, se requerirían vacantes que no están disponibles en el sistema estatal".
El dinero, según confirmó el propio jefe de Gabinete, salió de las partidas que iban a destinarse al Fondo de Incentivo Docente (FONID). La interrupción de esos envíos -que afectaban a los salarios- causó malestar en los educadores y, como se sabe ahora, tuvo que ver con la derivación de esa plata hacia los vouchers.
