Con la violencia en retroceso, Rosario y Santa Fe vivieron un fin de semana largo con cifras positivas para el turismo. Los números que explican el fenómeno.
18:54 | Martes 24 de Junio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
La postal del último fin de semana largo en las ciudades de Rosario y Santa Fe dejó imágenes muy distintas a las que, durante años, dominaron los titulares vinculadas a la violencia narco. Ambas trabajan para recuperar la tranquilidad y volver a brillar.
Con miles de visitantes caminando sus calles, ocupando sus hoteles y visitando sus atractivos, ambos destinos vivieron días marcados por la reactivación turística y un cambio de clima social. Y no es casualidad: detrás de esta recuperación hay una variable clave que empieza a inclinar la balanza a favor de la provincia: la mejora en los índices de seguridad.
Los escalofriantes datos
De acuerdo al informe del Observatorio de Seguridad Pública de la Provincia, entre el 1° de enero y el 1° de junio de 2025 se registraron 97 homicidios en todo el territorio santafesino. Aunque el número es apenas superior al del mismo período del 2024 (cuando hubo 94 casos), el dato adquiere dimensión al compararse con el primer semestre del 2023, que cerró con 192 homicidios. Es decir, se produjo una caída del 49,5% en dos años.
Rosario, históricamente golpeada por el crimen organizado, concentra aún la mayoría de los casos —62 de los 97 homicidios de este año—, pero también es donde más se percibe el giro. El clima en la ciudad durante el fin de semana largo fue completamente otro: más de 80 mil personas visitaron Rosario entre ambos fines de semana de junio, y el impacto económico fue contundente, con más de 5.000 millones de pesos volcados a la economía local.
La ciudad de Rosario atrajo a cientos de turistas durante los dos fines de semana largo. Foto: MCR
La ciudad de Rosario atrajo a cientos de turistas durante los dos fines de semana largo. Foto: MCR
La masiva promesa de lealtad a la bandera por parte de 22 mil niños provenientes de todo el país fue uno de los momentos más emotivos. “Eso es algo que nos pone muy contentos: que los niños vuelvan a Rosario”, destacaron desde la Secretaría de Turismo. Los visitantes llegaron principalmente desde la propia provincia, pero también desde Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y CABA, una señal del potencial que vuelve a recuperar el turismo interno.
“Una vez que logramos bajar estos índices de violencia, estamos en la Santa Fe turística, cultural; estamos con una Rosario que realmente fue el foco del escenario nacional en el turismo”, subrayó la secretaria de Turismo de Santa Fe, Marcela Aeberhard, al trazar un balance del movimiento de junio, que a nivel provincial generó ingresos por unos 7.600 millones de pesos.
Santa Fe se consolida con los eventos
La ciudad de Santa Fe, por su parte, también vivió días de alta ocupación hotelera y movimiento comercial. Entre el 14 y el 22 de junio, impulsado por los feriados del Día de la Bandera y el homenaje a Güemes, la ocupación en hoteles de 4 estrellas alcanzó picos del 100% y en hoteles boutique promedió el 80%. En total, el gasto turístico registrado en la capital fue de 1.266 millones de pesos, de los cuales más de 300 millones se destinaron al alojamiento.
“La ciudad se consolida como destino turístico”, afirmó la secretaria de Producción y Empleo, Rosario Alemán, y agregó: “Si contabilizamos lo que fueron los dos fines de semana largo, podemos decir que Santa Fe se consolida como un destino turístico de cercanía, donde recibimos visitantes del área metropolitana y de provincias vecinas”.
Quiénes visitaron Santa Fe el último fin de semana largo
Según el relevamiento del Observatorio Turístico Municipal, llegaron turistas de provincias como Córdoba, Chaco, Buenos Aires, San Juan, La Rioja, Neuquén y Santa Cruz, además de visitantes internacionales de Brasil, Perú, Honduras, Uruguay y Estados Unidos. Una postal impensada hace tan solo un año.
El turismo vuelve a crecer, pero también lo hace la esperanza de una Santa Fe que logra recuperar su imagen y su identidad como tierra de cultura, historia y encuentro. Con las cifras de violencia en franco descenso, el desafío ahora será sostener ese camino. Pero el primer paso, sin dudas, ya se dio.