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Crisis política en Francia: Emmanuel Macron mira a su izquierda ante la inminente caída del gobierno de François Bayrou

La fragmentación partidaria y el rechazo al presupuesto propuesto provocan un clima de incertidumbre política, mientras se debilita el respaldo al presidente y aumentan las movilizaciones sociales

Jueves 04 de Septiembre de 2025

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21:21 | Jueves 04 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El presidente francés Emmanuel Macron intenta encontrar respaldo en la oposición socialista ante el inminente colapso del gabinete de François Bayrou, en lo que podría significar la caída de su segundo gobierno en menos de un año. Las tensiones crecen en el entorno político, alimentando llamados a nuevas elecciones legislativas y, desde sectores críticos, incluso a la dimisión presidencial.
 
El primer ministro centrista François Bayrou se encuentra en situación de minoría en la Asamblea Nacional, tras proponer un presupuesto para 2026 que incluye la eliminación de dos días feriados y recortes por 44.000 millones de euros (51.000 millones de dólares). El proyecto generó un rechazo transversal entre las fuerzas opositoras, lo que anticipa un claro resultado adverso en el voto de confianza previsto para el lunes.
 
La salida del gobierno de Bayrou podría sumar incertidumbre a la segunda economía de la Unión Europea, en un periodo en el que el costo del endeudamiento a largo plazo de Francia marcó esta semana su nivel más alto desde 2011, alcanzando el 4,50% para la deuda a 30 años.
 
Ante este panorama, Macron convocó a su alianza centrista y al partido conservador Los Republicanos (LR) para buscar una fórmula de consenso con el Partido Socialista (PS), a fin de evitar la caída del gobierno o, al menos, encauzar la gobernabilidad tras una eventual crisis. El propio Olivier Faure, líder del PS, manifestó su disposición a discutir su posible entrada en el ejecutivo, aunque aclaró que ello estaría sujeto a condiciones específicas.
 
Las posibilidades de alcanzar una mayoría sólida se ven reducidas, ya que el actual escenario parlamentario —resultado de las legislativas anticipadas convocadas por Macron en junio de 2024, tras la victoria de la ultraderecha en las elecciones al Parlamento Europeo— dejó a Francia con una cámara baja fragmentada en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Ninguno cuenta con mayoría propia.
 
Francois Bayrou. REUTERS/Sarah Meyssonnier
Francois Bayrou. REUTERS/Sarah Meyssonnier
El ingreso de los socialistas al ejecutivo podría acercar al oficialismo a la mayoría absoluta, pero Los Republicanos rechazan cualquier acuerdo de gobierno con el PS. “No podemos tener un acuerdo de gobierno con el PS”, declaró el presidente del Senado, Gérard Larcher, citado por Le Parisien. Por su parte, los socialistas exigen liderar un gobierno de izquierda, proponen un plan de ajuste presupuestario con la mitad de los recortes planteados por Bayrou y piden suspender la reforma de pensiones de 2023, además de crear nuevos impuestos para las grandes fortunas. Estas demandas representan líneas rojas para la coalición presidencial.
 
El aumento de las divisiones políticas llevó a que voces como la del ex presidente Nicolas Sarkozy consideren el adelanto electoral como la única “solución” viable. No obstante, dos encuestas publicadas este jueves señalan que nuevas elecciones no garantizarían una mayoría clara en la Asamblea Nacional, aunque sí anticipan un avance de la extrema derecha liderada por Marine Le Pen y el ultraderechista Jordan Bardella, mientras la base de apoyo oficialista sigue disminuyendo.
 
Jordan Bardella, presidente del partido
Jordan Bardella, presidente del partido político francés de extrema derecha Agrupación Nacional (RN), y la líder de extrema derecha y diputada francesa Marine Le Pen. REUTERS/Benoit Tessier
Al margen del escenario institucional, la popularidad de Macron registra niveles mínimos, según los sondeos recientes, y sectores políticos han solicitado formalmente su renuncia. “Macron perdió toda la legitimidad”, afirmó François Ruffin desde la izquierda.
 
La crisis política ha tenido consecuencias económicas. Durante el primer trimestre del año, Francia registró un déficit público del 5,8% del PIB y una deuda pública del 114% del PIB, la tercera más elevada de la Unión Europea. El incremento del interés de la deuda pública refleja el nerviosismo de los inversores ante la falta de consensos internos sobre el rumbo fiscal.
 
En medio de la incertidumbre, el país se prepara para jornadas de movilización social. El 10 de septiembre se convocó una protesta a través de redes sociales, y el 18 de septiembre, los sindicatos han llamado también a manifestarse en rechazo a las políticas económicas y sociales del gobierno.
 
La falta de mayorías claras en la Asamblea Nacional, el rechazo de la oposición a fórmulas de coalición, y la presión económica y social sitúan a Emmanuel Macron ante la posibilidad de una nueva disolución de la cámara baja francesa.
 
(Con información de AFP)
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