La confesión de la China Suárez: el vínculo desgastado con Benjamín Vicuña y la frase que la silenció

13:17 | Lunes 17 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Eugenia “la China” Suárez volvió a quedar en el centro de la conversación pública tras un explosivo mano a mano con Moria Casán, donde decidió hablar sin filtros de su vida emocional, de las estructuras que cargó durante años y del agotado final de su historia con Benjamín Vicuña.

Esta vez la actriz sorprendió al sincerarse sobre un período que definió como “muy oscuro”. Todo surgió cuando Moria le preguntó cómo estaba anímicamente cuando comenzó su vínculo con Mauro Icardi. La respuesta fue directa: “Estaba bajo tierra. Estaba mal”, admitió.

Ante la repregunta de Moria, la actriz profundizó en las razones de ese malestar: “Estaba en una relación en donde no me sentía deseada, no me sentía amada. Ya estaba muy desgastada”, afirmó, dejando en claro que hablaba de Vicuña.

Explicó que el desgaste venía acumulándose desde hacía tiempo y que la rutina, sumada a diferencias irreconciliables, terminaron por romper algo que ella había intentado sostener: “A lo mejor estiramos mucho la relación porque ya tenía hijos. Me daba culpa separarme otra vez, después de haberme separado del papá de Rufi. Yo lo viví como un fracaso”.

En otro tramo de la charla, la actriz reveló una frase que uno de sus ex solía repetirle y que, según contó, la condicionó por años:“Yo estuve mucho tiempo con parejas que me decían: ‘Calladita te ves más bonita’”, confesó, sin precisar si se refería a Nicolás Cabré o a Benjamín Vicuña.

Ese mensaje, dijo, la llevó a retraerse públicamente y a forjar una dinámica de sumisión que sintió que debía cumplir para “no desentonar” en una relación: “Tenía como ese chip. Trataba de complacer, de estar bien, y no decía nada”.

En tono autocrítico, la actriz agregó algo que sorprendió incluso a Moria: “No me gusta el conflicto, aunque no lo crean. El conflicto real me incomoda, me duele la panza”.

La charla, cargada de introspección, dejó al descubierto un costado emocional de la China que pocas veces muestra frente a las cámaras.