En diálogo con Fénix, Juan Carlos Serrano, presidente de la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), describió un panorama crítico para el sector manufacturero provincial, con plantas trabajando por debajo del 50% de su capacidad
22:26 | Martes 09 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Serrano explicó que la mayoría de las industrias operan con el personal indispensable y con turnos reducidos. Aunque las máquinas están en condiciones de funcionar las 24 horas, hoy sólo se utilizan entre 7 y 10 horas por día debido a la baja demanda. Esta situación, señaló, es común en “prácticamente todo el parque industrial riojano”.
A ello se suma la inestabilidad laboral cotidiana: “Si se enferman tres empleados, ya compromete el ciclo productivo”, graficó el empresario, quien enfatizó la dificultad de sostener líneas completas sin interrupciones.
El sector del mobiliario —especialidad de la empresa que dirige— también atraviesa un desplome significativo. Según Serrano, los recortes presupuestarios nacionales impactaron fuerte en las provincias, que redujeron al mínimo las compras de mobiliario escolar y de oficina. Actualmente, sólo se adquiere “lo indispensable para mantener a los chicos sentados en la escuela”, resumió.
La problemática se replica en otros rubros fabriles: calzado, papel, juguetes, textiles y hasta el sector vitivinícola muestran caídas pronunciadas. Serrano destacó que bodegas riojanas y de otras provincias enfrentan situaciones “alarmantes”, con algunas firmas evaluando cierres temporales.
Respecto de la materia prima, indicó que las empresas están abastecidas, pero utilizan sólo lo necesario para sostener la actividad reducida. “La economía está muy apagada y muy ajustada”, remarcó.
Durante la charla también se analizó la postura del Gobierno nacional sobre la evolución económica. Tras escuchar un fragmento de una entrevista al presidente, Serrano señaló que muchos de los indicadores oficiales no se corresponden con lo que vive diariamente el sector privado y comparó el discurso económico con “una promesa de sacrificio presente para un mañana que nunca llega”.
Finalmente, el titular de UNIR sostuvo que hoy la principal dificultad no es sólo la caída de ventas, sino la ausencia de señales claras hacia el futuro: “No hay ninguna herramienta que permita prever un cambio o una mejora. Hoy la situación es esta, y es muy desafiante para todos”.
