En el marco del 54° aniversario de la UNLaR, el historiador realizó un repaso histórico sobre el rol de la institución. Destacó el impacto académico, social y cultural que tuvo su creación en 1971, así como el crecimiento en los años 90.
17:11 | Miércoles 17 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Durante la entrevista con Radio Fénix, el historiador Roberto Rojo recordó los orígenes de la Universidad Nacional de La Rioja, señalando que fue “un viejo anhelo de los riojanos” que se concretó en 1971 y que, en sus primeros años, tuvo a la carrera de contador público como eje principal. “La UNLaR vino a cumplir un sueño de los riojanos, porque hasta ese momento casi todos debían irse a Córdoba a estudiar”, relató.
Rojo destacó que la universidad, junto con la ley 22.021 durante el gobierno de Carlos Menem, marcó un cambio estructural en la provincia y en la región. “Esos procesos convirtieron a La Rioja en dos cosas atípicas en su historia: un fenómeno industrial y un fenómeno universitario”, explicó, resaltando que a partir de entonces la ciudad pasó de ser un “Valle inmóvil” a transformarse en un espacio dinámico y cosmopolita, con presencia de estudiantes y comunidades de distintos países.
Consultado sobre el salto académico de la institución, señaló que se dio en los años 90 con la construcción de la ciudad universitaria y la gestión de Tello Roldán. “Ese fue un punto de inflexión con el crecimiento edilicio y la creación de múltiples carreras, lo que permitió que muchos riojanos ya no tuvieran que emigrar para formarse”, dijo, aunque reconoció que la figura de Roldán genera polémica y merece un estudio profundo de investigadores e historiadores.
Finalmente, Rojo consideró que la UNLaR debe reflexionar permanentemente sobre sí misma, evaluar qué carreras son necesarias y sostener una política de calidad académica. “Cuando hablamos de educación tenemos que hablar de excelencia, no siempre de cantidad, sino de mejorar hacia arriba”, subrayó.