La doctora en Ciencia Política y magíster en Economía analizó los vaivenes ideológicos y el comportamiento electoral en la Argentina, marcada históricamente por la oscilación entre modelos opuestos: el Estado intervencionista y el liberalismo.
17:20 | Miércoles 22 de Octubre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En diálogo con Fénix, Constanza Mazzina doctora en Ciencias Politicas explicó que el país vive desde hace décadas lo que los politólogos denominan un “empate hegemónico”, un enfrentamiento cíclico entre visiones de Estado completamente antagónicas. “La Argentina oscila entre dos modelos y cada cierto tiempo cambia todo: la forma de gobernar, las políticas y hasta el discurso. No logramos definir qué tipo de país queremos ser”, reflexionó. En ese sentido, sostuvo que los argentinos “votamos un día una cosa y al poco tiempo queremos lo contrario”, lo que evidencia, según dijo, una “esquizofrenia del votante” que se traduce en elecciones pendulares y en una inestabilidad política permanente.
La especialista también se refirió al rol del peronismo dentro de este escenario y lo definió como “una rara avis en el sistema político argentino”. “El peronismo puede ser de izquierda, de derecha o de centro, según el momento histórico. Con Menem fue una cosa, con Kirchner otra, y con Perón algo distinto. Eso muestra la falta de institucionalización de los partidos y la ausencia de una ideología clara y sostenida”, explicó. Además, recordó cómo el país pasó del proceso de privatizaciones de los años ’90 al Estado presente de los gobiernos kirchneristas y luego a un replanteo sobre la sustentabilidad fiscal. “Siempre volvemos a discutir lo mismo. Cambian los nombres, pero las tensiones son las mismas de hace 50 o 70 años”, apuntó.
Finalmente, Mazzina destacó la necesidad de debatir con mayor profundidad el modelo de desarrollo nacional y las prioridades del Estado. “Tenemos que decidir qué tipo de Estado queremos. Si la educación es la principal herramienta de movilidad social, entonces hay que definir si priorizamos la primera infancia o la universidad. Esas son las discusiones que todavía no resolvimos”, afirmó. También hizo hincapié en la necesidad de coherencia en la política exterior y en la relación del país con las grandes potencias. “Cuestionamos el vínculo con Estados Unidos, pero no el que tenemos con China. Hay un doble estándar en la política exterior argentina que refleja, una vez más, nuestra falta de rumbo”, concluyó.