La final de la FA Cup se tiñó de sorpresa y emoción en Wembley: Crystal Palace venció 1 a 0 al poderoso Manchester City, levantó el primer gran título de su historia y dejó con las manos vacías a Claudio Echeverri en su debut oficial con los de Pep Guardiola. El exRiver, que había llegado al club en febrero, jugó sus primeros 14 minutos con la camiseta celeste, pero no pudo torcer el destino de un equipo que atraviesa una temporada para el olvido.
La alegría fue toda del modesto conjunto del sur de Londres, que rompió con 164 años de espera y alzó por primera vez el trofeo más antiguo del fútbol. Hasta ahora, sus vitrinas sólo contaban con la extinta Full Members Cup (1992) y un par de títulos de segunda división (1979 y 1994). Esta consagración, además, le dio un premio extra: la clasificación a la próxima Europa League, torneo que nunca disputó.
Desde el arranque, Crystal Palace se plantó con personalidad frente al vigente campeón y pegó de entrada. A los 16 minutos, una contra letal iniciada por el colombiano Daniel Muñoz, que desbordó por derecha y envió un centro atrás, encontró a Eberechi Eze en el punto penal. El inglés anticipó a Akanji y definió con clase ante Stefan Ortega para el 1-0. Fue su sexto gol en los últimos cinco encuentros.
Manchester City tuvo la chance de empatar en el primer tiempo, pero el egipcio Omar Marmoush desperdició un penal a los 33 minutos: su remate fue contenido por Dean Henderson, una de las grandes figuras de la tarde.
En el complemento, Guardiola intentó cambiar la historia y mandó a la cancha a Echeverri, que ingresó a los 31 minutos por el brasileño Savinho. El joven chaqueño tuvo su momento de protagonismo: a los 37, tras una asistencia brillante de Kevin De Bruyne, quedó mano a mano con Henderson, pero el arquero volvió a lucirse y tapó su disparo. Poco después, el "Diablito" vio la amarilla por una fuerte entrada sobre el propio Eze.
Con oficio y valentía, el equipo del austríaco Oliver Glasner, que sólo había recibido un gol en las cinco fases previas, aguantó la embestida final del City y consiguió la consagración más importante de su historia, saldando una deuda enorme tras las finales perdidas en 1990 y 2016 (ambas ante Manchester United).