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Conmoción en el mundo paranormal: falleció Dan Rivera, custodio de la muñeca Annabelle

El investigador y espiritista Dan Rivera fue hallado sin vida en un hotel de Gettysburg, mientras realizaba una gira con la infame muñeca Annabelle. Las circunstancias de su muerte aún no han sido esclarecidas.

Jueves 17 de Julio de 2025

09:38 | Jueves 17 de Julio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El mundo de lo paranormal se encuentra consternado tras la repentina muerte de Dan Rivera, reconocido investigador y cuidador oficial de la muñeca Annabelle, objeto célebre por su presunta vinculación con fenómenos sobrenaturales. Rivera, de 54 años, fue encontrado sin vida el pasado domingo 13 de julio en una habitación de hotel en Gettysburg, Pensilvania, ciudad considerada una de las más embrujadas de Estados Unidos debido a su historia ligada a la Guerra Civil.

Rivera se encontraba liderando la gira “Devils on the Run”, organizada por la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (NESPR), institución fundada por los célebres demonólogos Ed y Lorraine Warren. Durante el evento, se exhibían diversos objetos relacionados con lo oculto, entre ellos la muñeca Annabelle, que inspiró la exitosa franquicia cinematográfica “El Conjuro”. Aunque la muñeca no estaba en la habitación al momento del hallazgo, sí se encontraba en el hotel, resguardada dentro de una camioneta estacionada en el lugar.

Las autoridades locales informaron que no se encontraron signos de violencia ni indicios de actividad criminal. La causa de muerte permanece indeterminada y se espera que los resultados de la autopsia estén disponibles en los próximos meses. La NESPR emitió un comunicado lamentando profundamente la pérdida de Rivera, destacando su compromiso con la divulgación responsable de lo paranormal y su dedicación a la seguridad en el manejo de objetos considerados peligrosos.

Rivera era una figura respetada en el ámbito del misterio. Participó en producciones como “28 días paranormales” de Netflix y era conocido por sus conocimientos en rituales de santería. Su relación con Annabelle era particularmente cuidadosa: había diseñado una vitrina especial con madera teñida en agua bendita e incrustada con cruces, como medida de protección espiritual.

La historia de Annabelle se remonta a 1968, cuando una joven enfermera recibió la muñeca como regalo. Pronto comenzaron a manifestarse sucesos inexplicables, lo que llevó a los Warren a concluir que el objeto estaba poseído por una entidad demoníaca. Desde entonces, ha sido custodiada bajo estrictas medidas de seguridad en el Museo del Ocultismo de Connecticut.

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