El Sumo Pontífice se detuvo en oración ante la tumba del fallecido Papa, un momento cargado de simbolismo y recogimiento.
17:33 | Sábado 10 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En un gesto de profunda devoción y respeto, el papa León XIV, tras su retorno al Vaticano esta tarde, realizó una parada significativa en la Basílica de Santa María la Mayor. El Sumo Pontífice se detuvo en oración ante la tumba del fallecido Papa Francisco, un momento cargado de simbolismo y recogimiento. La visita también incluyó una pausa ante el venerado icono de la Virgen, Salus Populi Romani, patrona de Roma, donde el Papa buscó intercesión y fortaleza.
La noticia, difundida a través de la cuenta oficial de Vatican News en X (anteriormente Twitter), rápidamente se viralizó, acompañada de una imagen que capturó la solemnidad del momento.
"Esta tarde, de regreso al #Vaticano el #PapaLeonXIV pasó por Santa María la Mayor, donde se detuvo a rezar ante la tumba del #PapaFrancisco y ante el icono de la Virgen, Salus Populi Romani", se leyó en la publicación, que resaltó la continuidad de la tradición papal de visitar este importante santuario mariano.
X de Vatican News
La Basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales mayores de Roma, ha sido testigo de innumerables momentos históricos y espirituales a lo largo de los siglos. La tradición de los Papas de visitar este templo, especialmente antes y después de viajes apostólicos, se ha mantenido viva, subrayando la importancia de la oración y la devoción mariana en la vida de la Iglesia Católica.
El Papa León XIV, conocido por su cercanía y sencillez, demostró una vez más su profundo respeto por su predecesor, el Papa Francisco. La oración ante su tumba fue un acto de memoria y gratitud, recordando el legado de un pontífice que dejó una huella imborrable en la Iglesia y en el mundo.
La elección de Santa María la Mayor como lugar de oración también resalta la importancia de la Virgen María en la espiritualidad papal. La Salus Populi Romani, cuya imagen se venera en la basílica, ha sido objeto de devoción durante siglos, y los Papas han recurrido a ella en momentos de alegría y dificultad.