De Carlos Keen a Girona: el viaje que transformó la vida de un chef argentino

10:54 | Martes 12 de Agosto de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

A los 20 años, Nahuel Navarro vivió lo que muchos chefs solo sueñan: fue seleccionado para una pasantía en El Celler de Can Roca, el restaurante de Girona que en ese momento ostentaba el título de mejor del mundo. Su camino comenzó en Los Girasoles, un restaurante de campo con huerta orgánica en Carlos Keen, donde los hermanos Roca lo vieron cocinar durante una gira en Buenos Aires y lo invitaron a sumarse a su equipo.

Durante cuatro meses, Nahuel trabajó en una cocina de élite, rodeado de jóvenes apasionados de todo el mundo. La rutina era intensa: jornadas de más de 12 horas, platos con decenas de pasos y una exigencia técnica que lo llevó al límite. Pero también encontró humanidad en los jefes de partida, que lo trataban con cercanía y respeto. Compartió comidas caseras en el restaurante de los padres Roca, vivió anécdotas con famosos como Shakira y el rey de España, y aprendió que la cocina puede ser tanto arte como disciplina.

Sin embargo, al regresar a Argentina, la realidad fue otra. No consiguió trabajo en los restaurantes top donde dejó su currículum y se alejó de la gastronomía. Trabajó en construcción y prometió no volver a cocinar “ni un pancho”. Hasta que, en 2020, durante la pandemia, redescubrió el placer de cocinar hamburguesas en su casa. Así nació Bunker Burger, un emprendimiento que hoy vende hasta 500 unidades por fin de semana y que lo reconectó con su vocación.

Para Nahuel, cocinar es un gesto de amor. Su historia es la de alguien que tocó el cielo con las manos, volvió a tierra firme y encontró en lo simple —una hamburguesa bien hecha— el sabor más auténtico de su pasión.