Para justificar su iniciativa, el presidente describió un panorama aterrador en la capital, que no se condice con las cifras reales del delito.
Son 800 agentes que ya comenzaron a recorrer las ciudad.
20:22 | Martes 12 de Agosto de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Ya hay signos de que el paisaje en Washington DC está cambiando hacia el verde militar: si bien no hay aún un despliegue masivo de fuerzas federales, ya se ven por las calles uniformes de fajina, mientras que agentes del FBI y de la agencia migratoria ICE arrestaron a varias personas por la noche en la calle U, en pleno centro, y hay apostadas patrullas en otras zonas clave como Georgetown, Dupont Circle y el Navy Yard.
Así, rápidamente, comienza a implementarse la ofensiva anunciada el lunes por el presidente Donald Trump para combatir “el crimen, el baño de sangre” en la ciudad y sacar a los “sin techo” que duermen en las calles, que incluye el envío de 800 agentes de la Guardia Nacional que ya comenzaron a llegar con sus uniformes militares a la sede de esa fuerza en Washington, pero se verán masivamente en los próximos días.
Para justificar su iniciativa, Trump describió un panorama aterrador en la ciudad, que no se condice con las cifras reales del delito. Comparó a Washington con “algunos de los peores lugares del mundo” en situación de inseguridad y citó entre ellos Bagdad, Bogotá, Ciudad de México, San José, Lima y otras, pero los índices oficiales no confirman sus dichos.
Si bien Washington no es un paraíso en términos de seguridad, el panorama aquí es mejor que en otras ciudades. Pero Trump se enfocó en la capital. Enseguida surgió el repudio de organizaciones de derechos civiles y los demócratas, que criticaron la militarización de la capital y denuncian una intención política.
¿Qué busca Trump con esta polémica medida? Algunos creen que el presidente quiere quitar el foco de atención de algunos temas que lo complican en las encuestas, como el caso Epstein o la economía. También busca reforzar su imagen de “mano dura” contra el delito, que lo beneficia.
Pero, además, podría ser un nuevo aviso para otras ciudades que él considera “santuarios liberales” y que podrían ser sometidas a una ocupación federal con el argumento de la delincuencia o la inmigración ilegal, como ocurrió con Los Angeles. Hay otras como St Louis y New Orleans con índices de delitos peores que Washington pero que ni siquiera son mencionadas porque están en estados republicanos.
La fiscal federal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, habla sobre los asesinatos en Washington en 2024 y 2025, durante una conferencia de prensa en la Fiscalía Federal en Washington. Foto APLa fiscal federal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, habla sobre los asesinatos en Washington en 2024 y 2025, durante una conferencia de prensa en la Fiscalía Federal en Washington. Foto AP
Además, Trump buscaría “normalizar” el uso de fuerzas militares de la nación como fuerza de tareas policiales, una herramienta que podría utilizar en otros casos que le convenga en algún futuro como manifestaciones en su contra.
Para Barbara McQuade, profesora de Derecho experta en seguridad y derechos civiles de la Universidad de Michigan, “los delitos violentos en Washington, D.C. y en muchas ciudades estadounidenses son un problema, pero la tasa de delitos violentos se encuentra en su nivel más bajo en 30 años”, dijo a Clarín.
“El despliegue de la Guardia Nacional parece una medida extrema. En mi opinión, se trata de un intento de distraer la atención pública del escándalo de Epstein”, señaló la experta en referencia a la relación del presidente con el magnate abusador sexual fallecido, un caso que lo ha golpeado en las encuestas incluso entre su propia base ultratrumpista.
Según una encuesta de The Economist/YouGov del mes pasado, Trump recibió apenas un índice de aprobación del 22 por ciento por su manejo de la investigación sobre Epstein, mientras que un 56 por ciento lo desaprobaba.
A nivel general, el índice de popularidad de Trump viene cayendo sostenidamente desde que asumió, en enero, según un promedio de encuestas de RealClearPolitics. A mediados de marzo, el porcentaje de aprobación de su gestión ya superaba al de desaprobación. Hoy un 51,3% de los estadounidenses desaprueba su gestión y un 45,9% la avala.
Más allá del escándalo puntual de Epstein, entre las políticas de Trump que más disgustan a la población figuran la económica, dominada por los aranceles, que están siendo aplicados de manera drástica y caótica, y que según los expertos disparará la inflación y escasez de muchos productos de la vida cotidiana. Un 54,8% desaprueba la gestión económica del presidente, que se extiende a casi un 60% cuando se habla de aumento de precios.
Mano dura
La experta McQuade añade que la iniciativa de Trump en Washington es también “una demostración de fuerza para promover la narrativa de que el presidente es duro con la delincuencia”, apuntó, dado que ese es un tema por el que sigue siendo popular. “Probablemente sabe que los demócratas morderán el anzuelo y lo criticarán por esta medida, y entonces podrá argumentar que ellos son blandos con la delincuencia”, agregó.
Si bien las intenciones de Trump pueden ser buenas, la experta cuestiona el método. “En esencia, la reducción de la delincuencia es loable, pero en cuanto al proceso, este es el tipo de militarización que rompe con las normas democráticas e incluso podría provocar disturbios civiles”. “Si Trump realmente quisiera reducir los delitos violentos, proporcionaría recursos federales para apoyar y coordinarse con el departamento de policía local de Washington en lugar de asumir su control”, añade.
Las tropas parten del cuartel general de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia. Foto APLas tropas parten del cuartel general de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia. Foto AP
Para Alex Piquero, profesor de Criminología en la Universidad de Miami y exdirector de la Oficina de Estadísticas de Justicia durante la presidencia de Joe Biden, “este tipo de medidas suelen reservarse para situaciones extremadamente caóticas que ponen en peligro la seguridad de un gran número de personas”, según dijo a Clarín, y que el de Washington no parece ser el caso. “La respuesta más común ante cualquier problema de delincuencia es confiar a las fuerzas del orden locales, trabajando en colaboración con entidades no policiales, para abordar la delincuencia a corto y largo plazo”.
Respecto a las tasas de criminalidad de la capital estadounidense y otras ciudades que mencionó Trump, el experto dijo “rotundamente no se pueden comparar”. “Cada ciudad es única, y los problemas que enfrentan lugares como la Ciudad de México y Washington D. C. pueden presentar similitudes, pero también variaciones locales muy específicas. Además, la composición económica, educativa y demográfica, así como la disponibilidad de armas letales, también varían entre ciudades”.
Y agrega: “Es importante recordar que las cifras de delincuencia en Washington D. C. desde el verano de 2023 muestran una clara y significativa disminución de la violencia. Esta tendencia también se observa en muchas grandes ciudades de Estados Unidos. Ahora bien, esto no significa que la violencia en Washington D. C. se encuentre en un nivel tolerable, pero también es cierto que ciertas estimaciones de delincuencia son más bajas en Washington D.C. que en ciudades gobernadas por republicanos. Esto demuestra que la delincuencia es un problema que no conoce orientación ni fronteras políticas”.
Al contrario de lo que dice Trump, los homicidios en Washington, por ejemplo, decayeron de 274 casos en 2023 a 187 el año pasado (una baja del 32%). Los episodios de abuso sexual también bajaron de 191 a 143 en el mismo período (un 25% menos), en tanto que el mismo índice descendente se advierte en los asaltos con arma peligrosa (cayeron de 1412 casos a 1026, un 27% menos) y los incidentes de robo: de 3468 registrados en 2023, en 2024 disminuyeron a 2113 (un 35% menos en el período).
En total, según la policía de Washington, los casos de crímenes violentos bajaron de 5345 casos en 2023 a 3469 en 2024, un 35% menos.
Pero, más allá de las cifras, a Trump lo conmueven los casos particulares que toman dimensión mediática. El detonante de la decisión fue la agresión de hace una semana a un miembro del Departamento de Eficiencia Gubernamental, el organismo de recortes creado por el multimillonario Elon Musk, en un intento de robo de vehículo.
Trump sabe que ser y parecer duro con el crimen es bueno para su imagen política y malo para los demócratas que aún intentan encontrar su estrategia antes de las elecciones legislativas de 2026. Al cambiar constantemente la narrativa y crear una nueva controversia casi a diario, Trump le marca la agenda a la oposición y obliga a los demócratas a adaptarse día a día a lo que él propone.