En diálogo con Fénix, la médica infectóloga y pediatra Gabriela Tapponnier, miembro del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría, manifestó una profunda preocupación por la histórica caída en las coberturas de vacunación infantil
10:25 | Miércoles 03 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
La doctora Gabriela Tapponnier, como especialista en infectología pediátrica, hizo referencia a la grave caída en los índices de vacunación infantil y el riesgo que esto implica para la salud pública, ejemplificado en las alertas por casos de sarampión y tos convulsa. Indicó que la tendencia de descenso de las coberturas se observaba incluso antes de la pandemia, la cual la acrecentó, pero lo más alarmante es que "después de eso no se pudo recuperar a niveles que teníamos de buenas coberturas". En el caso de enfermedades como el sarampión, que no tiene tratamiento, tener coberturas por debajo del 50% implica que si "se introduce un caso y eso puede generar un brote". Además, la especialista sostuvo que las alertas emitidas por países vecinos, como Chile, que mencionan casos en países limítrofes, son medidas de salud pública que tienen sentido dado el alto nivel de globalización y movilidad de personas.
Tapponnier explicó que las causas de esta disminución en la vacunación son múltiples. Una muy importante es la "falta de percepción de que estas enfermedades existen" o de la gravedad que tienen. Esta falta de miedo se debe a que, gracias a las campañas de vacunación previas, patologías como el sarampión o la tos convulsa estuvieron controladas durante mucho tiempo. "Si hay mamá, un papá que ahora tiene 25 años o menos, nunca viene a un sarampión", por lo que se preguntan para qué vacunar a sus hijos si nunca vieron un caso. La especialista de la SAP remarcó que esta falta de percepción lleva a una disminución en la adherencia y que la única manera de volver a controlar estas enfermedades es a través de la "información, es informar adecuadamente a la población" sobre su existencia y control por las vacunas. Citó el ejemplo de la tos convulsa, que venía controlada hasta 2023, pero cuyos casos aumentaron significativamente en 2024 y este año, correlacionándose con las faltas de cobertura.
Finalmente, la médica infectóloga abordó otros factores que influyen en el problema. Consideró que el "agotamiento después de la pandemia" contribuyó al desgaste en la adherencia a los controles y al sistema de salud. Respecto a los movimientos antivacunas, señaló que si bien no era un problema central en Argentina, la desinformación generada durante la pandemia sí pudo haber impactado. No obstante, enfatizó categóricamente que las vacunas son "seguras y eficaces" porque han pasado por múltiples instancias regulatorias y se han desarrollado sobre plataformas que ya se venían usando antes, desmitificando la idea de que surgieron de un momento para el otro. Concluyó que las vacunas "lo han demostrado a lo largo de toda mi historia" ser herramientas fundamentales para la prevención.