Franco Colapinto, en Argentina: habló de lo que viene en la Fórmula 1 y avisó que quiere traer a Max Verstappen para que se enamore del vino

Franco Colapinto cierra un año en el que el balance le tiene que dar positivo. Logró afirmarse en la Fórmula 1 y en 2026 comenzará la temporada como titular, a pesar que los resultados y el rendimiento de su Alpine estuvieron por debajo de las expectativas. Luego de unos meses extenuantes en lo físico y lo mental, el piloto argentino se encuentra en el país para pasar las fiestas y sus vacaciones.

"Estoy contento de visitar a mi familia del automovilismo, que es Renault", dijo en un evento organizado por la marca francesa en Buenos Aires. Distendido y con la espontaneidad que lo caracteriza, habló de lo que viene en la categoría reina del automovilismo, de sus desafíos en el corto y mediano plazo, pero también reveló que habla de vinos con Max Verstappen.

A partir de marzo, cuando se dispute el GP de Australia, Franco será un piloto titular de Fórmula 1, un sentimiento todavía extraño para este chico de 22 años que parece preparado para todo. "Me siento un poco raro todavía, porque cuando era chiquito, tenía seis, siete u ocho años, me levantaba temprano a ver las carreras y los veía a ellos correr, pelear campeonatos, pelear por carreras", explicó.

"Por otro lado, es algo que siempre soñé, de muy chiquito, llegar a la Fórmula 1. Así que para mí cumplir mi sueño es muy especial, primero para mí, después para el país y para todo lo que se generó después de eso", agregó luego.

Sobre el tiempo que disfrutó la Fórmula 1 como espectador, destacó algunos pilotos de su preferencia frente a la ausencia de representación nacional y comentó: "No tenía algún piloto argentino para apoyar, pero tenía a Checo y Fernando. Checo era lo más cercano a nosotros y era el piloto que realmente bancaba y quería que le fuera bien; me molestaba si le pasaba algo o si no le iba bien el fin de semana".

Para Colapinto resulta un verdadero foco su condición como representante de Argentina en la máxima categoría del automovilismo mundial. Además de haber cumplido su sueño, destaca como "lo más especial" su trascendencia en los jóvenes que consumen el deporte.

"Para mí lo más especial, además de haber cumplido mi sueño, es darle a tantos chicos que quizás están en la misma situación que yo cuando tenía ocho o nueve años la chance de poder bancar un piloto de su país. Sé que lo están haciendo y que se están metiendo en un deporte nuevo que estaba un poco olvidado hace unos años", declaró el pilarense.

“Es increíble estar en la Fórmula uno para mí, de chiquito soñaba con un día manejar un f1 “

La reflexión de@FranColapintoacerca de compartir grilla con los grandes ídolos y la felicidad de que todos los argentinos vuelvan alentar a un piloto del país.pic.twitter.com/R0W2s8jpQm

— Corazondef1 (@Corazondef1)December 19, 2025

Luego, agregó: "Lo más deseable para mí es que los chicos disfruten, y lo que genero en ellos es lo más importante de cara al futuro. Personalmente, lo que más disfruto es ver a un chico fanático mío que viene, me pide fotos; le haces el día, le haces el año cuando les firmas un autógrafo. Me acuerdo de los ídolos que tenía de chico, que me moría por verlos, por un día ir a una carrera y decir "ah, ahí está Rossi", lo que soñaba, y me ponía la piel de gallina verlos".

El actual piloto de Alpine se detuvo en lo feliz que se encuentra al "haber cumplido lo que quería" después de tanto trabajo y, frente a la nueva realidad que afronta desde su ingreso a la Fórmula 1, destacó las diferencias con la Fórmula 2 y la Fórmula 3. "En esas categorías tenés mucho tiempo libre entre sesiones: más allá del trabajo con los ingenieros y el auto, después no hay mucho más para hacer", dijo.

"En la Fórmula 1 manejamos apenas un diez por ciento del tiempo; el resto son actividades que, en general, no tienen que ver con manejar, como seguir indicaciones en la computadora. Por eso, cuando no estoy manejando o con el equipo, trato de desconectar, de ir a algún lugar y pensar en otras cosas, no estar todo el tiempo con la cabeza en los autos", completó Colapinto.

Este año, como piloto regular en la escudería francesa, el argentino corrió de manera casi continua durante gran parte de la temporada, condición que destacó como "muy desgastante" y por la cual "tenés que aprender a administrar la energía, porque si no, no llegas bien al final del año".

Al respecto, comentó: "Por ahora sigo en un proceso de prueba y error, porque mi vida cambió mucho desde que llegué a la Fórmula 1. Todavía no encontré una rutina fija para cuando no estoy corriendo, pero tengo claro que la desconexión es clave y la forma más fácil de recargar".

Es que, tal y como lo describió Colapinto, "al fin y al cabo, ese es el trabajo a realizar". "Somos pilotos y tenemos que estar concentrados durante una hora y media. Parece poco comparado con una jornada laboral larga, pero arriba del auto, con la adrenalina, el foco y la energía están puestos al ciento por ciento durante todo ese tiempo, y eso se siente mucho más en las carreras largas", explicó.

Como consecuencia a su evolución en los últimos años, el argentino se acostumbró a marcar agenda y, gracias a su gran suma de fanáticos, volverse tendencia Gran Premio tras Gran Premio. Al respecto, se mostró interesado en retornarle al público nacional el apoyo que le brindaron desde un comienzo y comentó: "Me gusta devolverle algo a la gente que es tan fanática, incluso a quienes se tatúan este tipo de cosas. Me parece importante poder darles algo a cambio".

"Los fanáticos son una parte fundamental del deporte y también de lo que somos nosotros. Sé que sin ellos no habría llegado hasta acá, sin toda la gente que me apoyó, que me bancó y que quería que me fuera bien. Por eso estoy muy agradecido y trato de devolver todo lo que pueda", cerró sobre su público.