Xi Jinping cerró el año con un mensaje contundente sobre Taiwán, en un contexto de maniobras militares chinas y creciente preocupación en Estados Unidos por el rumbo geopolítico de la región.
17:10 | Miércoles 31 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
A pocas horas del cambio de año, Xi Jinping eligió un tono firme y sin matices para su tradicional discurso de Nochevieja desde Beijing, China. En un mensaje que rápidamente encendió alertas en Washington, el presidente chino aseguró que la reunificación con Taiwán es "imparable", una definición que vuelve a tensar el vínculo entre China, Estados Unidos y sus aliados en Asia.
Xi Jinping y la advertencia que volvió a poner a Taiwán en el centro
Durante su alocución, Xi Jinping afirmó que la reunificación de China y Taiwán responde a "una tendencia de la historia" que no puede detenerse. La declaración llegó apenas un día después de la finalización de intensos ejercicios militares chinos alrededor de la isla, una coincidencia que no pasó inadvertida para analistas internacionales ni para los servicios de inteligencia estadounidenses.
China considera a Taiwán parte de su territorio, pese a que la isla se gobierna de forma autónoma desde hace décadas. En ese marco, Xi Jinping volvió a dejar en claro que Beijing no renuncia al uso de la fuerza si considera que el momento político y militar es favorable.
Maniobras militares chinas alrededor de Taiwán acompañaron el discurso de Xi Jinping, aumentando la preocupación de Estados Unidos por una posible escalada en la región.
Maniobras militares chinas alrededor de Taiwán acompañaron el discurso de Xi Jinping, aumentando la preocupación de Estados Unidos por una posible escalada en la región.
Las palabras de Xi Jinping estuvieron respaldadas por hechos concretos. El Ejército Popular de Liberación desplegó maniobras con fuego real alrededor de Taiwán, simulando un bloqueo de puertos clave y rodeando la isla con fuerzas navales, aéreas y de misiles. El operativo, denominado "Justice Mission 2025", incluyó al menos 89 aviones de combate, la cifra más alta registrada en más de un año.
En Estados Unidos, la preocupación crece por la velocidad con la que China moderniza sus capacidades militares. Informes de inteligencia advierten que Xi Jinping podría contar, en el mediano plazo, con los medios necesarios para lanzar una operación de gran escala si decide avanzar sobre Taiwán. Las maniobras también fueron interpretadas como una respuesta directa a la reciente aprobación estadounidense de un paquete récord de ventas de armas a la isla.
Un mensaje global con fuerte carga simbólica
Más allá de Taiwán, Xi Jinping utilizó su discurso para proyectar la imagen de una China abierta al mundo y protagonista del nuevo orden global. Destacó cumbres multilaterales organizadas en Beijing y recordó encuentros con líderes como Vladimir Putin, Narendra Modi y Recep Tayyip Erdoan, reforzando la idea de alianzas alternativas a la influencia estadounidense.
La transmisión oficial intercaló imágenes del mayor desfile militar de la historia china, realizado este año por el 80° aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. En ese acto, Xi Jinping apareció junto a Putin y Kim Jong-un, una postal que muchos analistas describen como una señal clara de alineamientos geopolíticos que desafían a Estados Unidos.
En su mensaje, Xi Jinping también celebró avances tecnológicos, misiones espaciales y el éxito global de productos culturales chinos. Además, horas antes del discurso, aseguró ante dirigentes del Partido Comunista que China avanza para cumplir su meta de crecimiento económico del 5%.
Sin embargo, para Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional, la frase más inquietante de la noche fue la vinculada a Taiwán. En un escenario global cada vez más tenso, Xi Jinping dejó claro que la cuestión no es solo retórica: forma parte central de su proyecto político y de la estrategia china para las próximas décadas.