Lo elaboró la congregación católica de los hermanos maristas con la participación de especialistas en diversas disciplinas. Está destinado a padres, docentes y alumnos. Lo ofrece gratuitamente a todos los colegios públicos y privados del país
18:44 | Jueves 13 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
La proliferación entre los menores de las apuestas online vinculadas al mundo deportivo está aumentando cada vez más la preocupación en los colegios de todo el país por el riesgo de que los alumnos caigan en la ludopatía. Un proyecto de ley para regular esta modalidad a nivel nacional que establece una serie de limitaciones y que tiene media sanción de la Cámara de Diputados, perderá estado parlamentario el jueves de la semana que viene por su falta de tratamiento en el Senado.
Mientras tanto, en el ámbito educativo comienzan a surgir iniciativas para prevenir la adicción al juego entre los niños, adolescentes y jóvenes. La congregación católica de los hermanos maristas, que cuenta con 26 colegios y ocho centros educativos en el país, produjo un cuadernillo educativo titulado “Cuando apostar deja de ser un juego” destinado no sólo a sus establecimientos educativos, sino que también los ofrece gratuitamente por internet a todas las escuelas.
El cuadernillo -que contó con la participación de especialistas en diversas disciplinas- partió de una investigación que analizó las actitudes y percepciones de los adolescentes y las familias sobre el juego y las apuestas digitales. Sus realizadores señalan que "el material busca abrir el diálogo en las aulas y en los hogares, ofreciendo recursos didácticos, guías y actividades para prevenir conductas de riesgo y promover uso responsable de la tecnología".
En la introducción se subraya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la adicción al juego o ludopatía “como una enfermedad e incluye en esta problemática a los ‘juegos digitales’ o ‘videojuegos’”. Señala que una encuesta de Unicef reveló que 8 de cada 10 jóvenes de entre 13 y 24 años hicieron apuestas online en el último año en el país. A su vez, el 16 % de los jóvenes de entre 16 y 29 años dijo hacerlo regularmente, según la consultora Opina Argentina.
Consigna más adelante, según Unicef, que el 70 % de los adolescentes cree que su familia ¨sabe poco”, “más o menos” o “nada” sobre sus actividades en la red. Además, la psicóloga Débora Blanca apunta que “si bien los chicos saben que las apuestas están prohibidas para menores de 18 años, tienen cierta confusión porque piensan que ‘si es tan fácil acceder y hay tantas publicidades que te invitan a hacerlo, entonces no debe estar tan prohibido’”.
El cuadernillo contiene diversas preguntas para formularse tanto en el ámbito familiar como escolar que interpelan a la comunidad educativa -padres, docentes, alumnos- acerca del grado de conciencia sobre los riesgos que implican las apuestas online. También ofrece propuestas para controlar el gasto de los menores a partir del otorgamiento de una autonomía paulatina del uso del dinero y considerando las nuevas modalidades de pago.
La comunicación de los adultos con los menores para conocer si se sintieron tentados por las apuestas o los juegos de azar, integran el menú. “Las chicos están expuestos a miles de mensajes diarios: influencias, youtubers, publicidades y canciones que celebran el éxito rápido, el dinero fácil, la fama. Como adultos debemos ayudar a ‘desarmar’ esos mensajes y darles herramientas para que piensen críticamente”, dice el cuadernillo.
Poner límites a las pantallas, dar el ejemplo y proponer otras formas de entretenimiento también se mencionan. Y especialmente se recomienda poner la atención en posibles “señales” de un inicio en la adicción de los chicos a partir de “cambios sutiles” en su conducta y consultar con profesionales. Además, tener en cuenta que hay aplicaciones específicas para bloquear categorías de contenido dañino.
En la parte final, al desaconsejar “la carrera de ver quién tiene el primer celular”, advierte que “cada año que se gana sin tecnología compleja, es un año a favor del desarrollo emocional y la salud mental de los chicos. El uso excesivo de pantallas se asocia con ansiedad, insomnio, baja autoestima y exposición a riesgos. Entregar el celular más tarde (y con acuerdos claros) puede proteger muchísimo”.
Para acceder al cuadernillo: www.maristascruzdelsur.org